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Así será el proceso de restauración del Cristo de las Aguas

La Hermandad de las Aguas ha aprobado en Cabildo General Extraordinario celebrado el pasado lunes 26 de junio la intervención del Cristo de las Aguas por parte de la empresa de restauración Musae.

La Imagen, tallada en madera y policromada, fue realizada en 1940 por Antonio Illanes quien la firmó como “Mi mejor obra” junto a su rúbrica en la trasera del paño de pureza, ya que con esta obra el autor fue galardonado dos años antes con el Primer Premio de la Exposición Nacional de Arte Sagrado.

El Crucificado ya cuenta con dos intervenciones realizadas anteriormente, una en 1980 a cargo de Francisco Peláez del Espino y en 2008 otra por Enrique Gutiérrez Carrasquilla.

La Imagen comienza a presentar inestabilidad de materiales y una evolución desfavorable del deterioro de algunas grietas localizadas principalmente en las uniones de los brazos al torso, así como otras localizadas en el paño de pureza. Estas grietas están fracturando la policromía causando pérdidas puntuales de la misma. Además, se observa un oscurecimiento generalizado de la superficie y la oxidación de los materiales aplicados como protección final de la policromía.

Durante los cinco meses estimados de duración para llevar a cabo la intervención en los talleres de Musae, participará un equipo multidisciplinar de especialistas de diferentes campos, entre los cuales destacamos a las conservadoras-restauradoras Ana Cordero y Esther Soler, el historiador del arte Ramsés Torres, científicos, químicos, etc., que aunará esfuerzos para llevar a cabo el proyecto de restauración de la Imagen.

Habiéndose realizado ya recientemente estudios de Rayos X para conocer el estado estructural y en profundidad del Crucificado, se completarán con otros estudios de fluorescencia visible de luz ultravioleta y luz rasante. Éstos permitirán, además, un conocimiento más detallado de los daños externos que presenta la obra.

Con respecto a los procesos de conservación y restauración que se desarrollarán, se retirará toda la suciedad acumulada, barnices oxidados y reintegraciones anteriores dejando visible la policromía original con las pátinas que aún conserve, que seguidamente se consolidará. Además, se sanearán las grietas y aberturas que presenta en el soporte de madera a lo largo de la talla, especialmente en las uniones de piezas presentes en los brazos y el paño de pureza. Este deterioro es propio de los crucificados, cuyas uniones de extremidades superiores con el torso sufren importantes tensiones al soportar estructuralmente parte del peso de la talla. Asimismo, se reintegrarán las pérdidas de policromía original con técnicas al agua, estableciendo criterios de diferenciación con el original conforme a las leyes y Cartas del Restauro en las que se apoyan los profesionales de la conservación y restauración del Patrimonio.