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La Esperanza de Triana presenta la restauración del manto del Ave María

Como ya se anunció, la junta de gobierno de la Esperanza de Triana aprobó en cabildo de oficiales la intervención sobre el manto que se realizó en 1983, sobre terciopelo verde, aprovechando bordados antiguos provenientes de la cenefa del techo de palio, del taller de Olmo del año 1918 y de las bambalinas de 1951 del Convento de Santa Isabel.

El manto se confeccionó en los talleres de Caro, incorporándole dicho taller, el anagrama del Ave María a modo de gran cartela.

El manto, que se encontraba muy deteriorado, ha sido intervenido en el taller de Charo Bernardino, pasándolo a nuevo terciopelo morado y enriqueciéndolo bajo diseño de nuestro hermano Francisco Javier Sánchez de los Reyes.

Las piezas de bordado de esta prenda han sido desmontadas del antiguo tejido, quitándole sus perfilados para su limpieza individualizada, consolidación y fijación para recuperar, en la mayor medida de lo posible, su aspecto original. Los hilos empleados para la restauración han sido teñidos según las zonas a tratar, para respetar al máximo las piezas originales sin alterar el color del oro y garantizando, a su vez, su estabilidad y durabilidad.

El enriquecimiento ha consistido en incorporar piezas de bordados que la hermandad conservaba en unos faldones usados en el paso del Santísimo Cristo de las Tres Caídas, ya en desuso, y de similares características a los que ya había en el manto, provenientes de las citadas bambalinas de 1951 y cuya limpieza y restauración han seguido los mismos criterios que los anteriores.

Se añade a dicho enriquecimiento algunas piezas de nueva factura bordadas por el taller de Charo Bernardino, completando así el manto según el nuevo diseño aprobado.

Por último, el contorno está perfilado en su totalidad con un encaje de oro de los llamados de punto de España, culminando así la recuperación y enriquecimiento de la pieza, que gracias a esta intervención se podrá conservar por muchos años más en el ajuar de Nuestra Señora y Madre de la Esperanza.

 

Fotografías Manu Gómez-Manuel Llorente