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Vicente Gómez-Zarzuela y Pérez – 150 aniversario de su nacimiento

Un 27 de Octubre de 1870 nacía D. Vicente Gómez-Zarzuela y Pérez en Sevilla, concretamente en la antigua calle de las Palmas nº64, hoy calle Jesús del Gran Poder, en pleno barrio de San Lorenzo. Hijo de Manuel Gómez-Zarzuela y González, natural de Arcos de la Frontera y de Dª Amparo Pérez y Fernández, natural de Coria del Río.

Escritores como D. José Manuel Delgado, D. Víctor Marín Solano o D. Manuel Pérez Regordán dejan constancia en algunas publicaciones de todo lo que D. Vicente hizo en vida entre Sevilla y Arcos de la Frontera, donde destaca su relación con la Hermandad de El Valle en Sevilla, y en Arcos de la Frontera con las hermandades de las Nieves y las Tres Caídas, dejando en ellas composiciones musicales para misas, coplas, marchas, entre otras.

Vicente formaría parte de la sevillana hermandad desde el día 17 de marzo de 1888 hasta su muerte, siendo un total de 68 años de hermano. Ostentó diversos cargos dentro de la junta de gobierno de la hermandad, pero su labor dentro de su carácter de músico fueron las de mayor importancia.

Para esta, realiza algunas obras, entre las que destacan dentro de su archivo musical: nueve “alabados”, “un Ángelus Dómini”, un “Dios te salve, María”, las coplas a la Stma. Virgen del Valle “Oración” con letra de los Quintero, un “Ave María”, un “Himno a la Virgen del Valle”, tres “Stabat Mater”, dos “Tantum ergo”, la obra para cuarteto “Evocación: Meditación para cuerda” de 1929, escrita para ser interpretada en la procesión claustral que tiene lugar cada noche del Viernes de Dolores en el traslado de la Virgen del Valle a su paso de palio; tres motetes para el Cristo de la Coronación, siendo estos “Christus Factus Est”, “Tuam Coronam” y “Christi Dolorum”, interpretados por capilla musical y coro de niños cada Jueves Santo delante del paso de misterio; su misa en Mib de 1902 interpretados también cada Viernes de Dolores y por último, debemos citar su obra cumbre.

Será su «Marcha Lenta» o conocida como «Virgen del Valle», marcha fúnebre escrita en 1896 y estrenada en 1897, dedicada a su amigo Alberto Barrau fallecido en un accidente marítimo lo que señale para siempre la trayectoria de este compositor, dejando en la Semana Santa andaluza todo un himno que a día de hoy sigue sonando en todos los rincones de nuestra comunidad y más allá.

La marcha se realizó en 1897 y se trasladó la instrumentación para banda a quien fuera su profesor: Manuel Font Hernández de la Herrán. Se estrenó tras el paso de palio de la Virgen del Valle en la tarde del 2 de Abril de 1898 por la Banda del Regimiento Granada 34.

Su otra ciudad, Arcos de la Frontera, en la que vive desde 1945 pero de la que tenemos testimonio de su actividad desde principios del siglo XX, ligada a sus familiares y a su gran devoción y patrona, la Virgen de las Nieves, así como su relación con la Hermandad de las Tres Caídas de Arcos lo hacen ser reconocido como hijo adoptivo de la ciudad propuesto por la propia Hermandad de las Nieves y aprobado por el Excelentísimo Ayuntamiento el 16 de Julio de 1947.

En estas dos cofradías arcenses dejó también un legado musical magnífico, destacando para la Virgen de las Nieves sus misas y coplas como «Bello Encanto», o en la Hermandad de las Tres Caídas, en la que dejó otras tantas composiciones así como su segunda y última marcha, «Saeta, «Jesús Pasa»», escrita en 1944 e instrumentalizada en 1945, despertó de un largo letargo en 2006 cuando fue estrenada por la Banda Municipal de Sevilla en el Teatro de la Real Maestranza y en 2007 por las bandas del Maestro Tejera y la Municipal de Arcos de la Frontera.

En esta su última marcha, un auténtico relato sonoro de Jesús de las Tres Caídas por el camino de la Amargura, de la Pasión de Cristo en Arcos de la Frontera, decía en el poema sinfónico que se recogía en la propia partitura y que podemos extraer del libro realizado en 2007 por la Hermandad de las Tres Caídas y el Excelentísimo Ayuntamiento de Arcos de la Frontera lo siguiente:

“Llamadas las trompetas, anuncian el tránsito de Jesús por las calles de Jerusalén.- Jesús cae; las mujeres expresan su sentimiento y su Dolor; continúa la marcha de la triste comitiva. La Madre, traspasado de pena su corazón, contempla a su hijo; las palabras de consuelo de las mujeres que la acompañan, son saetas que atraviesan su alma.- La Soldadesca Judía con su trompetería y sus gritos, arrastra la víctima al suplicio.”

Actualmente, numerosas bandas de música cuentan en su repertorio con esta marcha, destacando que cada Lunes Santo arcense suena tras el palio de María Santísima de la Amargura, interpretada por la Banda de Música Nuestra Señora de Palomares del pueblo de Trebujena.

Muchas cosas han cambiado desde que D. Vicente nos dejase aquella fatídica noche del 14 de Diciembre de 1956 de la que, Manuel Pérez Regordán en su libro «Historia de Arcos a través de sus calles» (2002) contaba cómo fue la muerte del artista para los arcenses, en la que este escritor, junto a varios estudiantes de la ciudad, se encontraba en un local cerca de la casa del compositor cuando llegó la Estudiantina de la Facultad de Medicina de Cádiz, cuando de repente sucedió lo que relata:

«Una joven, visiblemente emocionada, dijo desde la puerta:

– Por favor; un poco de silencio porque se está muriendo don Vicente.

+ ¿Quién es Don Vicente?

– Es el célebre compositor de la marcha «Nuestra Señora del Valle»

+ Esa marcha es muy conocida en Cádiz y nos gusta tanto que hasta la tenemos en nuestro repertorio.

Sin que nadie llegase a acuerdo, muy quedamente -susurrando-, los laudes y las guitarras de aquellos soñadores comenzaron a interpretar la marcha que había dado fama al compositor. Los que no teníamos ningún protagonismo en la interpretación quedamos absortos. Y la marcha seguía, lenta y apagada, celebrando, respetando y llorando, a la vez, al don Vicente que se nos iba para siempre.

Acababan de silenciar las notas, cuando la misma joven anterior abrió la puerta para anunciar:

– Acaba de fallecer D. Vicente.»

Aquella noche fallecía Don Vicente, pero nacía y pervivirá la leyenda, el maestro y el creador. El hombre que definió uno de los himnos de la Semana Santa andaluza y un himno para la Semana Santa de Arcos de la Frontera.

Por siempre y para siempre, honraremos tu legado.

Gracias, Don Vicente.

 

 

Bibliografía:

– Marín Solano, Víctor (1976): Las Calles de Arcos. Número Extraordinario dedicado a Nuestra Señora de las Nieves. Arcos de la Frontera: Las Calles de Arcos.

– Pérez Regordán, Manuel (2002): La Historia de Arcos a través de sus calles. Arcos de la Frontera: Ayuntamiento de Arcos de la Frontera.

– VV.AA. (2007): Estreno de la Marcha Saeta, «Jesús Pasa». Arcos de la Frontera: Ayuntamiento de Arcos de la Frontera.