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LXXV Aniversario de la Parroquia del Cerro del Águila: una parroquia en torno a una Virgen

El barrio del Cerro del Águila no llega a los los cien años de vida y parece que desde los albores de la ciudad de Sevilla allí estuviera. Es algo con mucho mérito, que un arrabal tan joven, tenga esa esencia que los que viven en sus calles o han tenido la suerte de acercarse  bien conocen.

Un pueblo dentro de una ciudad, así es como mejor puede entenderse el Cerro. La cercanía de sus vecinos, plasmada en el conocido mercado de abastos, le da ese color tan vivo a esta parte de la ciudad. Desde la calle Canal hasta la avenida de Hytasa, el Cerro respira sobre todo humanidad.

Pero el centro del barrio, su corazón,  late en torno a un lugar,  la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores. Desde su erección canónica hasta hoy han pasado 75 años, que han estado ligados a la hermandad de Gloria en sus inicios, a la coronación canónica de la titular allá por 2002, hasta nuestros días más cercanos, a punto de ver salir una nueva devoción. Una parroquia que ha ido mejorando con el crecimiento del barrio, pasando de ser una humilde capilla a ser hoy día un templo con tres naves, una central y otras dos de menor anchura, separadas por estilizadas columnas de mármol.

El símbolo, el estandarte y por encima de todo, la patrona del Cerro,  no es más que la Virgen de los Dolores, cuya devoción no puede explicarse sino es un Martes Santo, el día grande de esta ciudadela. El calor de la mañana y el extenuante camino que viene por delante no han sido ni serán impedimentos algunos para disfrutar del insigne día. No le pongan precio a ver desde el himno de Andalucía en la salida, las petalás  lloviendo o el alejarse por la calle Afán de Rivera.  Por eso es ella la protagonista de este día tan especial. No podía ser de otra manera, que quien más y mejor representa a los vecinos sea la dolorosa de Sebastián Santos, que sustituyó a la anterior y que fue el germen de esta fervorosa hermandad.

Por ello, el día 15 de septiembre, que no es otro que el día de la Virgen de los Dolores, salga la dolorosa, como patrona que es, en procesión extraordinaria por las calles aledañas a la parroquia acompañada de todo aquel que hermano o no así sienta y desee hacerlo. El motivo está más que justificado, pues cumplir setenta y cinco años desde  que se erigiera la parroquia que va de la mano con la devoción a la Virgen, no merece menos. Será un pequeño  Martes Santo, quizá más especial aún, porque recorrerá más calles de las que puede hacerlo el día que marcha hacia la Catedral. Su gente así se lo hará saber, engalanando balcones y escaparates.  El Cerro del Águila, más de dos mil metros alejado  del centro de Sevilla, muestra una vez más que la sevillanía no entiende de geografía.