La Hermandad de las Penas de San Vicente está celebrando el aniversario de dos de sus señas y símbolos que le dan ese carácter tan propio a esta corporación.
Un aniversario es de la cruz de carey. Esa preciosa cruz que Jesús pasea cada noche del lunes santo. Hace ahora 50 años que la hermandad la adquirió a una hermandad astigitana. Cinco décadas buscando a su madre con la cruz a su lado, sin separarse de ella, cargando con esa gran pena que refleja su rostro afligido. Cincuenta años mostrando como la cruz siempre ha de llevarse aunque caigas, enseñando cuál es el único camino de la salvación, a todo aquel que en la cera derecha se encuentre.
Me preguntaría ahora en qué pensó don Antonio Pantión Pérez al componer esa sinfonía, ese himno ya de la Semana Santa y que se llama Jesús de las Penas. Son 75 los años que nos separan desde que este genio imaginara en su cabeza como sería ver a la Virgen de los Dolores sonando tras de sí esta marcha. Parecería descabellado poner música al dolor pero estoy seguro de que esta pieza de música que suena a pura poesía alivia cualquier herida.
Símbolos ambos de esta sevillana hermandad y también de nuestra semana santa, pues no podría imaginar a Jesús sin su cruz de carey viéndose a sí mismo por Villegas o la salida de la dolorosa mirando al cielo sonando Jesús de las Penas.
(Fotografía José María Carreras/Vídeo Migel Ángel Vilas)
