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Hablo por muchos, la realidad es la que es, ni otra mejilla ni nada, estamos hartos que Corpus tras Corpus y día de la Merced tras día de la Merced sean malas noticias las que nos levanten, cuando no es de una Hermandad es de otra, cuando no son todas, las alfombras que alguna “persona” se ha dedicado a destrozar por la noche.

Y es que, en la mañana de hoy, los cofrades nos encontrábamos con que el trabajo de muchos niños –que no hay que olvidarse de eso, que lo hacen niños, con su ilusión, inocencia y vulnerabilidad-, realizado con muchísimo mimo incluso días antes tiñendo la sal para realizar la alfombra como ofrenda a nuestra Patrona, la Virgen de la Merced.

¿Qué pensarán esos niños hoy al ver la alfombra? ¿Qué el trabajo no sirve de nada, que su esfuerzo ha sido totalmente destrozado?

Y no, hay mala intención, ya está bien de pensar que ha sido sin querer, somos cristianos, pero no somos el hazmerreír de la sociedad. Había vallas en todos los accesos a la calle donde se encontraban las alfombras.

Otras veces han sido destrozadas por las propias manos de los que pasaban por allí –y es que las madres no tienen culpa de los hijos que dan a luz-, pero sin embargo esto ya es totalmente el colmo, con un vehículo atravesando toda la calle, llevándose por delante todo el esfuerzo, ilusión y empeño de niños trabajando durante toda la tarde.

Aun así, la Virgen esta tarde lo llenará todo, por encima de cualquier energúmeno, por encima de cualquier ataque, por encima de cualquier entidad municipal, porque es Patrona y nada ni nadie va a arrebatarle a Jerez, su tradición y sus siglos de devoción hacia la Virgen de la Merced, patrona y alcaldesa perpetua de esta ciudad.