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Antonio Santiago: ‘Mi lugar en la Semana Santa de Sevilla es delante de los pasos’

El pasado martes día diez de septiembre, el programa dirigido por Víctor García-Rayo, iniciaba su programa número dos de la segunda temporada de La Pasión en 7TV. En él, tendrían dos invitados muy especiales. En primer lugar al Hermano Mayor de la Sed, debido a la proximidad de la salida extraordinaria del Señor de la Sed; y en segundo lugar al recién nombrado capataz de la Virgen del Subterráneo, de la Hermandad de la Santa Cena, Antonio Santiago, para muchos capataz de capataces y quien nos ocupa aquí.

¿Cómo ha sentido Antonio Santiago el nombramiento como responsable de la cuadrilla de la Virgen del Subterráneo?

Hace una semana, antes de salir esta noticia, me llamó el Diputado Mayor de Gobierno para hablar conmigo y nos reunimos la última semana de Agosto, con el Teniente Hermano Mayor, el Hermano Mayor y el Diputado Mayor de Gobierno y me plantearon la posibilidad de que yo fuese el capataz del palio de la Virgen del Subterráneo, algo que antes tenía que ser aprobado por un cabildo de oficiales.

¿Y esto se hace por un año?

Sí, la Hermandad en los nombramientos tiene la costumbre de que todos son por un año, de hecho, hoy he recibido el correo de la correspondencia de la Hermandad en el que se me nombra por un año, pero es la costumbre de la Hermandad para todos los pasos.

Antonio Santiago es un hombre acostumbrado a este tipo de noticias, pero en el caso de la Virgen del Subterráneo, ¿cómo la recibe?

Indudablemente con mucha alegría, con gran entusiasmo. Estoy encantado de que la Hermandad haya pensado en mí y agradecido. Creo que mi lugar en la Semana Santa de Sevilla, mientras que el Señor me de salud y las Hermandades quieran, es delante de los pasos. Y por supuesto, creo que la Hermandad está contenta y satisfecha, pero la cantidad de amigos, de conocidos, de personas que me quieren, que se han puesto en contacto conmigo estos días, felicitándome por el nombramiento de la Hermandad, ha sido tremendo. Es una parte muy importante de mi vida el ver cuanta gente se alegra de mi bien.

Y, ¿el mejor lugar en el mundo que puede ocupar Antonio Santiago un Domingo de Ramos es la delantera de la dolorosa de los terceros?

Sí, hoy sí. Estoy encantado, repito, me siento muy satisfecho, me siento con una gran responsabilidad, estoy seguro que se han intentado hacer las cosas muy bien, se ha intentado y se ha hecho todo el esfuerzo por hacer las cosas bien, pero, desde luego, si no se pudiera mejorar yo no hubiese dicho que sí. Yo creo que todo se puede mejorar. En las cofradías que yo saco soy muy exigente conmigo mismo y con la gente con la que comparto responsabilidad y siempre pienso que se pueden hacer las cosas mejor.

Cuando Antonio Santiago tiene frío, pero frío de verdad, ese que cala en los huesos, cuando necesita uno ayuda de verdad, ¿en qué imagen suele acurrucarse frecuentemente?

Afortunadamente, tengo muchas hermandades y muchas devociones…

Te hablo a título personal, no como capataz

Pongo el ejemplo de la comparación cuando uno tiene varios hijos y alguien le pregunta. Valdría muy poco si no dijese que no me siento de la Hermandad de la Paz, porque llevo cuarenta y un años de hermano y 38 años delante de esos pasos. Tengo el número trescientos cincuenta en la Hermandad de la Macarena, el número veintisiete en la Hermandad de la Resurrección, dentro de tres o cuatro años cumpliré cincuenta en la Hermandad de las Penas. Es decir, me siento muy vinculado a todas las hermandades y por supuesto a las imágenes. Las hermandades no son nada sin las imágenes, eso es primordial. Por lo tanto,  me siento de todas las hermandades, aunque la primera es la Macarena y eso es una realidad y no la voy a negar.

Luego, cuando a Antonio Santiago le caen kilos por igual y por derecho, su primer refugio natural que le marca su instinto es la Esperanza.

Sí.

¿Y cuando necesita verle la cara al Señor? ¿Es el de la Sentencia?

Pues sí. Aunque yo soy mucho del Señor de la Buena Muerte de la Hermandad de los Estudiantes, soy hermano del Gran Poder, tengo la suerte de que ahora ya, lo he tenido muy cerquita, pero ahora aún mucho más cerca, casi todos los días entro a ver al Señor de la Exaltación de la Hermandad de Santa Catalina. Afortunadamente, tengo muchos palos donde poderme agarrar cuando me hace falta.

Qué tiene Antonio Santiago con Tejera, que ustedes se atraen, no sé por qué, los une siempre el destino, la historia…

Yo creo que el Señor escribe recto con renglones torcidos y afortunadamente tenemos la suerte de compartir muchos días, no solo en Semana Santa, sino también en las hermandades de gloria, yo creo que nos compenetramos muy bien. Yo creo que cuando una persona va delante de un paso, o una persona va a ver un paso, va a verlo con todos los sentidos y el sentido del oído es muy importante, la música es muy importante. Yo creo que la música enaltece aún más el acto que estamos haciendo, entonces yo intento en la medida de mis posibilidades que la música y el movimiento del paso y el trabajo del costalero vayan al unísono, que vayan acorde, que no parezca que va cada uno por un lado, sino que estamos unidos.

¿Que le queda a Antonio Santiago por sacar este año?

Este domingo sacamos a la Pastora de Santa Marina. La Virgen de la Encarnación el primer domingo de octubre, la Virgen del Pilar, de la Parroquia de San Pedro, el doce de octubre, la Reina de todos los Santos en noviembre y en diciembre la Inmaculada de Umbrete.

Antes has dicho que tu lugar en la Semana Santa está delante de un paso, yo quiero saber, desde que cesó tu trabajo con el martillo de la Macarena, ¿cómo sientes las madrugás, como te sientes siendo un nazareno más dentro del cortejo?

Bueno, yo hacía cuarenta y cinco semanas santas que no me ponía la túnica de nazareno de la Macarena y bueno, es una sensación extraña, distinta, después de haber ido todos estos años, que han sido cuarenta delante de la Virgen, anteriormente cuatro años delante del Señor de la Sentencia y ahí en medio un año que tuve la suerte de llevar al Señor del Silencio en la madrugá con mi padre. Entonces, es una situación rara, sinceramente, es una situación dura, no solo en  lo físico, que como entenderéis lo es, sino en lo sentimental porque te tienes que habituar que vas en otro sitio, pero tenemos la suerte que cuando le miramos la cara a ella y yo, sí que por el sitio en el que voy, le veo la cara y eso te reconforta en lo más profundo.

Vuelves al martillo en Sevilla el Domingo de Ramos, vuelves, en este caso, a la Hermandad de la Cena, ¿te vas a acordar de la Hermandad de la Paz, como está tu corazón con el asunto de la Paz?

Yo lo acabo de decir, soy hermano de la paz, desde hace cuarenta y un años, he estado treinta y ocho años delante del martillo, y no puedo negar que soy de la Paz, pero si te puedo decir que el Domingo de Ramos voy a intentar pasear a la Virgen del Subterráneo como la primera imagen, como todas las imágenes que yo llevo, yo voy a entregarme en cuerpo y alma a que la Virgen del Subterráneo vaya lo mejor posible, es mi obligación, primero por el apellido que llevo, que creo que no tengo más remedio que dejarlo en su sitio, donde lo puso mi padre, y después, porque Sevilla se merece que hagamos las cosas bien, y por supuesto la Hermandad de la Cena se merece que se hagan las cosas muy bien, como se han venido haciendo hasta ahora y como el granito de arena que yo voy a aportar a ese trabajo. ¿Qué me acordaré de la Hermandad de la Paz? Siempre me acuerdo, no solo el Domingo de Ramos, sino durante todo el año, pero yo soy también ya de la Hermandad de la Cena.

Tú con tu padre has vivido también el sabor amargo, como tú has dicho bien, de perder algunas cofradías. A mí me gustaría saber, Antonio Santiago ¿cómo actúa en ese sentido, cómo ha vivido esa situación, cuando era hijo de Manolo Santiago y ahora padre de Antonio Santiago? ¿Le ha trasmitido cómo hay que aguantar esos momentos duros, habría actuado Manolo Santiago igual, que tú con tu hijo?

Yo creo que sí, yo cuando he hablado con mi hijo, cuando han sucedido estas cosas estos últimos años, he intentado explicarle lo que son las Hermandades. Aprovechando que he hablado de la Sed, yo no conozco al “señor Hermandad de la Sed”, yo conozco al Hermano Mayor de la Sed, yo no conozco al “señor Hermandad de la Macarena”, no conozco al “señor Hermandad de la Paz”, o al “señor Hermandad de la Resurrección”, porque no existen. Las Hermandades son lo que las personas que la integran en ese momento sean. Y si las personas que la integran son brillantes, la Hermandad será brillante durante esa época. Y si las personas que la integran son mediocres, desgraciadamente las hermandades de nuestra ciudad durante muchos años han vivido periodos de mediocridad y esto es una realidad. Entonces, yo a mi hijo le tengo que educar y que ayudar y que sea capaz de asumir que esto es así, que estamos en un puesto donde hay mucha gente se alegra y otra mucha que no, y que hay que asumir que esto puede suceder. Lo importante es que cuando uno se acuesta tiene la conciencia tranquila de lo que ha hecho.

Y otra cosa que llama poderosamente la atención, es que Antonio Santiago se ha caracterizado siempre por coger cofradías completas, incluso el Sábado de Pasión hace que su equipo se divida, yéndose una parte a San José Obrero  y otra parte a la borriquita de Cantillana. En este nuevo año, donde Antonio Santiago y la familia Santiago coge el paso de la Hermandad de la Cena, ¿deja una puerta abierta a que la familia Santiago haga doblete en algún otro día de la Semana?

La familia Santiago tiene un fallo y yo especialmente, porque muchas veces, cuando veo cursos de formación por internet, siempre busco a ver si hay alguno donde te enseñen a decir que no. Y ese curso no lo tengo hecho y decirle que no a una hermandad de Sevilla es muy difícil para mí. Que lo he tenido que hacer en alguna ocasión, saltando mis principios. Pero cuesta mucho trabajo decir que no. En este caso, la hermandad de la Cena tiene esta forma de entender esto. Yo cuando defiendo que debe de haber un capataz único no es porque sí, y quiero que me la demuestren, igual que cuando actúan conmigo una cofradía, intento explicar el por qué. Ahora mismo ha estado aquí sentado el Hermano Mayor de la Sed y la Hermandad de la Sed no tiene dos Hermanos Mayores, ni tiene dos personas que lleven la economía de la Hermandad, siempre es uno el que las gobierna. Pues entiendo que la cuadrilla de costaleros de la hermandad debe ser una, y es importante que esa cuadrilla que sea una, debe estar unificada por una cabeza que sea la que dirija es cuadrilla. Esa es mi forma de entender, porque es del histórico del que yo vengo, del que yo procedo, donde todos los capataces eran los capataces de la cofradía, sacaban los dos pasos, tenían sus ayudantes. Entonces yo creo que eso es lo mejor, el mejor sistema, pero en este caso la Hermandad me ha trasladado esto y me parece bien y bueno, ahí estoy yo.

¿Hasta dónde tiene que llegar el poder de un capataz en los designios de una hermandad?

Yo creo que no debe de haber ese poder, no debe existir. El problema es, y tu estas poniendo el dedo en la llaga en la figura del capataz, y yo creo que el problema está en otro sitio. El problema no es que al capataz sea al que se le pida, sino, quién le pide al capataz que maneje. Porque yo no conozco a ninguna hermandad que llame a los nazarenos del quinto tramo a votar, o que llame a los nazarenos del octavo tramo de palio para que vaya a votar a una determinada candidatura. Pero por qué se le pide al capataz que influya en que los costaleros se decanten por una candidatura u otra. Por tanto, yo creo que el problema no viene del capataz, viene de quien solicita esa situación. El capataz, a mi entender, cometería el error al prestarse a eso y yo pienso que no debe, que hay que estar al margen. Otra cosa es que después tu personalidad o tu forma de entender cómo debe de estar regida la hermandad, tu tengas tu opinión de a quién o no votar, pero manejar al grupo de costaleros como un grupo armónico o armonioso para que se decanten por una candidatura u otra, creo que es un error dentro de las hermandades.

Han podido hacer daño esas personas, que a través de las redes sociales, se han podido mofar o escribir cosas incluso sin conocerte, sin haber tenido nunca una palabra contigo. ¿Crees que eso puede influenciar también en juntas de gobierno? Que hablen esto de esta persona a través de las redes.

Yo creo que cada uno tiene que formar su personalidad. Entiendo que las Juntas de Gobierno antes de tomar una decisión, no la tomarán por el qué dirán de la gente y sobre todo las redes sociales y no te digo ya cuando el que escribe en las redes ni si quiera se identifica. Entonces, yo creo que hacen daño, aunque soy defensor de vuestra labor porque creo que mucha gente que a través de la televisión es capaz de poder vivir por sus circunstancias personales la Semana Santa en la calle, y a través de vuestra labor, si pueden y creo que es encomiable. Pero también hay que tener cuidado, porque a veces uno se piensa en posesión de la verdad, el que está escuchando cree que todo lo que le están contando es así y entonces yo creo que hay que tener mucho cuidado con esto. ¿Qué se hace mucho daño con las redes sociales? Mucho, sobre todo la gente que se esconden. Pero es curioso como hay mucha gente que habla de Antonio Santiago sin conocerlo. A mí me ha sucedido, de ir a dar una conferencia y venir gente a saludarme que no conocía de nada y decirme es que tenía una idea distinta de como usted era y esa idea estaba formada por lo que leían en las redes sociales.

¿Hay alguna medicina personal que ayuda a curar una herida por una traición, por un amigo, por algo absolutamente inesperado, algo muy doloroso?

Yo creo que el remedio es, por supuesto el Señor y la Virgen, los amigos que están a tu lado, que te quieren, tu familia, que es fundamental, las personas que te quieren y que te ayudan a sobrellevar estas circunstancias. En definitiva, a pesar de que pasan los años y va uno cumpliéndolos, siempre se aprende, la vida te da palos para aprender, cada uno en nuestra historia personal, seguro que hemos vivido cosas que nos hacen aprender y esta es una más.

¿Debemos volver a un lugar donde nos han hecho mucho daño?

Por supuesto que sí, porque repito, los lugares no existen, existen las personas.

¿Usted como hermano está de acuerdo con que la Hermandad de la Macarena haya montado una gran tienda de recuerdos muy lejos de la casa de Hermandad, en el centro de Sevilla?

Yo creo que el eje central de la Hermandad es el Señor y la Virgen, y lo fundamental es intentar que la gente vaya al Señor y a la Virgen, yo creo que ese es el eje fundamental, porque todo lo que venga detrás de eso, viene por añadidura. La asistencia social, la ayuda al necesitado, todo lo que se genere de la Hermandad viene a través del Señor y de la Virgen. Yo creo que lo importante sería fomentar la asistencia de gente a la basílica.

El evangelio nos dice, capataz, que hay que olvidar y perdonar. Entiendo que debe ser difícil, pero, ¿usted está de acuerdo con el evangelio, hay que hacerlo?

Yo pienso que sí. Sino yo no podría rezar el Padre Nuestro todos los días porque cuando uno reza tiene que pensar en lo que está pensando y no de carrerilla. Yo creo que a todo el mundo le cuesta trabajo perdonar igual que a todo el mundo le cuesta trabajo pedir perdón o reconocer que se ha equivocado. Yo creo que esto es una simbiosis, yo creo que para perdonar hay que saber pedir perdón o reconocer el error.

¿Qué hacemos los cofrades mal, Antonio, por exceso, porque nos pasemos de frenada y por defecto, porque no lleguemos al punto donde tenemos que estar?

Donde está el hombre, está el pecado, está el demonio. Hay un pecado que mueve el mundo y ese pecado también está en las hermandades que es la envidia. Mientras que exista ese demonio en forma de envidia vestido algunas veces de persona, otras veces diseñado muy bonito en plata como llamador, otras veces de otras muchas maneras, yo creo que dentro de las hermandades hay muchas formas en las que el demonio se puede disfrazar, yo creo que ese es el pecado que mueve todo esto. Y  creo que lo que falta es humildad, porque humildad es grandeza.

Antonio, caprichoso es el destino o el Señor que maneja sus hilos, que al final vemos a Antonio Santiago con una cofradía de nazarenos blancos el Domingo de Ramos. De esta manera Víctor culminaba la entrevista al capataz Antonio Santiago.