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Félix de Carboneras: “Me ha cambiado la vida, pero sigo siendo la misma persona”

José Félix García Domínguez, más conocido como Félix de Carboneras visitó el pasado martes el plató del programa de La Pasión. Félix es el autor de la marcha “Triana”, dedicada a la Esperanza de Triana. Fue estrenada el 1 de Noviembre de 2018, en la procesión extraordinaria, interpreta por la Banda de Música de Las Cigarreras, que se iniciaba detrás de la Esperanza, tras el acuerdo llegado en verano.

¿Cuál es la principal devoción de tu corazón? La Fe, Víctor.

Así comenzaba la entrevista en la que el compositor iba a dar a conocer el alma de la marcha “Triana”. Pero antes, había que verla a ella, a la Esperanza, disfrutándola en la última madrugá, mientras pasaba por la Campana, deleitando a Sevilla.

¿Y tú que sientes ahora, Félix?

Una emoción enorme, no tengo palabras para explicarlo. Nada más empezar a escucharla, me he emocionado.

¿Qué pasó mientras la escribías?

Yo empecé a escribir esta marcha en mayo del año pasado, más o menos, una vez pasada Semana Santa, porque amigos, conocidos y gente que me sigue me decían que tenían que componer una marcha para una hermandad importante, una imagen importante, que sea la que te lance un poco o por lo menos me dé más de protagonismo. Yo les tengo mucho respeto a los demás compositores porque hay muchos y muy buenos, pero les hice caso a los amigos y al final me puse a componer esta marcha. Por aquellos entonces mi madre estaba muy malita y en el trascurso de esta marcha mi madre se fue. Yo dejé de componer, lo dejé todo, dejé la música y luego no quedó más remedio que retomarla y seguirla.

¿Tú eres de una aldea pequeña cerca de Aracena, no?

Sí, de una aldeitía de unos 120 habitantes.

 

¿De ahí viene Félix de Carboneras, no?

Sí, porque cuando empecé a tocar el tamboril y la flauta en la romería, había otro hombre más mayor que yo que también era tamborilero y se llamaba Félix, que era de otro pueblo. Entonces yo me quedé con lo de Carboneras, un poco para identificarnos.

 

¿Cuantas marchas tienes escritas? ¿Y pasodobles?

25 marchas y otros 25 o 30 pasodobles.

 

¿Cómo empezó todo, Félix?

Yo soy un niño que vive en esta aldeita, con muy pocos niño para jugar y de una familia muy humilde. Teníamos campo, huertas y animales para el autoconsumo, cochinos, cabras… Entonces, mi madre, en las vacaciones, bueno y cuando había colegio también, al llegar del colegio y en vacaciones nos mandaba a cuidar a los animales, lo típico. Y en verano, cuando me mandaba a cuidar las cabras, me tenía que tirar toda la mañana con las cabras y me tiraba todo el día sentado debajo de una encina. Entonces, mi abuelo me regaló una flauta y yo me llevaba la flauta y allí justo debajo de las encinas, mientras las cabras comían, pues yo me sentaba allí a tocar.

A tocar de manera autodidacta, ¿no?

Sí, por matar el tiempo.

 

¿Y empieza a crecer en ti la inquietud musical?

Si, bueno, nadie creía en mí, ni mi familia si quiera, porque en mi pueblo había un hombre mayor, yo no lo conocía apenas, que era el tamborilero oficial del pueblo y el hombre no sabía ni leer ni escribir y entonces mi madre me decía que eso no tenía merito porque aquí el tamborilero no sabía no leer ni escribir.

¿En qué momento te das cuenta de que la música va a ser importante para ti?

Cuando lo dejo todo por la música. Yo siempre he querido ser torero, era mi afición, los toros me encantaban y a eso de los 12 años, que mis padres estaban preocupados, decían que este se coge de “maletilla” y se va por ahí. Pero cuando entró la música en mi vida, era música las 24 horas del día, entonces era como si la música me hubiera robado la vida y yo dependiese de ella.

 

Pero una vez que pasas de ser autodidacta, ¿cómo te formas, como llegan esos estudios musicales para ti?

Cuando ya esto de la flauta va un poquito más en serio, me dicen que a este chiquillo ya no hay quien le quite esto, entonces entré a la escuela de música de Aracena y empecé a tocar el saxofón y ya formé parte de la Banda de Música de Aracena y llevo 20 años.

 

Bueno  sobre tu marcha “Triana” nos han comentado que la viste por la tele tomando café, que no sabías que se la iban a toar en campana, ¿no?

A mí me lo habían dicho, pero yo soy muy incrédulo y no me lo creía porque como dicen tantas cosas y luego no son. Entonces yo estoy en un bar, tomando café, porque mi cofradía que es la Amargura lleva 2 años sin salir y ya a las 8 o a las 9 de la mañana cuando se sabe que no sale, digo bueno ya la hora que es desayuno y ya me voy para mi casa. Voy al bar y en la tele, entre el barullo de gente desayunando, empiezo a escuchar la marcha y yo no me lo creía en ese momento. Había gente que conocía allí que me decía: Félix que esa es tu marcha. Y a mí se me enfría la tostada, se me enfría el café y hasta que no acabó la marcha no fui capaz de desayunar.

¿Y te han cambiado mucho las cosas desde ese momento?

Me ha cambiado al cien por cien. Me ha cambiado la vida no porque sigo siendo la misma persona, pero me ha cambiado sobre todo el reconocimiento y el respeto que yo pienso que es lo más importante que tenemos en la vida, porque en la sociedad que tenemos no se le tiene respeto a un padre, a un abuelo, a un profesor… Que a mi ahora mismo como compositor o como músico me lleguen tantos mensajes a través de las redes sociales, a través de tantos comentarios y me empiecen a respetar tanto otros compositores, capataces, costaleros, directores de banda, músicos… Para mí es lo más gratificante que he podido tener. Y luego, me ha abierto el billete para entrar en Sevilla, la Esperanza.

 

Te voy a preguntar Félix, sé que es durilla, ¿qué pensaría tu madre si viera tu éxito ahora mismo?

Mi madre es la que ha querido que esto sea así. Si ella no quiere esto no estaría.

 

Y está orgullosa ahora mismo.

Seguro. Como ella no ha tenido medios para ayudarme, yo creo que cuando se ha ido ha dicho: pues ahora te voy a ayudar. Me ha ayudado con la Esperanza, me ha ayudado con Rafa Serna y ella es la que ha querido esto.

 

¿Sabes que siento ahora mismo? Que viendo al hijo que ha tenido ella ha debido de ser un pedazo de mujer. Porque no se puede tener un hijo como tú sin ser una gran madre.

La mejor del mundo.

 

Además, también le has dedicado un pasodoble a Rafa Serna, cuéntanos como fue.

Lo de Rafa es un poco surrealista y caótico porque Javi Prieto, gran amigo mío, al que le he compuesto una marcha, una de las pocas personas que desde el principio apostó por mi música y Javi es de palabras cortas pero siempre da en la clave.

Él no se anda con rodeos ni con tonterías. Entonces, un día, estando yo con lo de Triana, en un ensayo de Las Cigarreras, que por cierto, voy a aprovechar y le voy a dar las gracias tanto a Toscano, a Guti, a todos los músicos de Las Cigarreras porque han acogido la marcha y si ha sonado así es gracias a ellos, porque se han entregado al cien por cien y la han hecho suya y por supuesto a Juanma y al grupo de costaleros porque desde el primer momento se han portado conmigo de categoría  y me han abierto las puertas, ya no solo de la Hermandad,  si no del corazón.

Entonces un día de estos me llama Javi y me dice que me tenía que comentar una cosa que venía de hablar con Tristán, que ha estado por ahí con Tejera, que ha estado saludándolo y que habían pensado en hacer algo para Rafa, habían pensado en hacer una marcha pero al final han decidido que es un pasodoble. Perfecto, es una cosa que me gusta mucho componer, pasodobles. Y me dice también que es para estrenarlo en Sevilla, el problema es que me dio un mes y medio y se estrenará el día que toreé el hijo el día 28 de abril. Y yo le digo en ese momento, Javi, me lo estás poniendo muy complicado y me dice: Félix esto es muy fácil, imagínate que coge el toro Enrique Ponce y le dicen en un mes tienes que torear en Sevilla, pues así. Tú estás preparado, así que aquí tienes la puerta y tienes la llave para abrir esa puerta.

A partir de ese momento me puse manos a la obra. Hablé mucho con Javi, él me mandó muchos enlaces, escuchamos varias veces el pregón, escuchamos mucha música de Rafa, y leí mucho de lo que ha escrito, sobre todo ese pregón, ese Miércoles Santo, yo creo que todas las noches me dormía escuchando ese pregón. Así es como surge un poco la idea y luego por supuesto Tristán que es el que lo ha bordado porque es el que me ha dado las pautas a seguir de lo que es la música en la Maestranza y de lo que es un pasodoble en Sevilla.

Sabemos de la exigencia de Tristán, ¿Cómo ha sido trabajar con el director de la banda de la banda de Tejera?

Para mí ha sido un lujo trabajar con él. Yo desde el primer momento lo he llamado varias veces, he quedado con él e incluso he venido de Aracena expresamente, con mi portátil colgado e iba yo a la tienda y se lo enseñaba, lo escuchaba y me decía Félix pues está bien, esto no y así ha ido siendo, una cosa mutua que yo como compositor, aunque no me gusta decir compositor, porque para mí compositor es Mozart, Beethoven y esta gente. Pero como persona que escribe música, cuando escribo tengo que pensar para quién escribo. Y para mí, su opinión su punto de vista y lo que él me diga, para mí es muy importante.  Lo que él opine y los consejos que me de los llevo a rajatabla porque él mejor que nadie conoce a su banda y conoce la plaza.

 

El pasodoble tiene la parte del fandango de Rafa, el fandango que le cantase Paco Candela yo eso hace que lo identifiquemos más contigo, con tus tierras, con Huelva y con Rafa.

Yo quería darle un punto de identidad a ese pasodoble, pero claro quería dárselo con algo que fuese suyo, aunque sea un pasodoble taurino, pero que la persona que lo escuche y que lo conozca diga esto suena a Serna. Además, yo soy muy exigente conmigo mismo, por eso yo creo que a lo mejor he llegado hasta aquí y soy muy inconformista y hacer una recopilación de los trabajos de Rafa hubiese sido lo fácil, pero para mí era un reto. O sea, a mí me dan una oportunidad y es la única baza que tengo en mi vida para que suene un pasodoble en Sevilla. Yo jamás he cobrado por una composición, no vivo de la música, yo tengo otros trabajos, pero para mí cada composición es una parte de mi vida. Yo me imagino que está un verdugo ahí y que como esto alga mal me corta la cabeza. Y yo pensaba, tengo la oportunidad de entrar en Sevilla, de que se toque un pasodoble, de que Tejera toque un pasodoble, de que los músicos de Tejera toquen un pasodoble, de que la Maestranza escuche un pasodoble mío, entonces no puedo hacer cualquier cosa, tengo que hacer algo que no es que sea un exitazo, pero que este a la altura de la plaza, de la afición, del toreo y sobre todo al artista al que va dedicado.

¿Y después de lo de Triana, cual es el próximo reto? Porque le nivel lo has dejado muy alto y la gente te va a apuntar con el dedo.

Eso es lo que más me preocupa. Pero, ahora, estoy en época de reflexión y estoy pensando y meditando un poco a ver de aquí al año que viene que vamos haciendo. Me gustaría volver a Sevilla, me gustaría traerle algo a Sevilla, pero para volver a Sevilla tengo que traer algo que esté a la altura, si no me convence o veo que no está para venir prefiero no traer nada.

 

¿Quiénes son tus fuentes, Félix, los mejores que han escrito para ti?

Sin menospreciar a los autores actuales, que hay muy buenos como David Hurtado, Marvizón, Espinosa, Ferrán, Óscar Navarro… Hay muy buenos autores pero a mí  lo antiguo me chifla. Desde Cebriá, Font de Anta, Farfán… Tanto en marchas como en pasodobles, entonces es un espejo en el que me miro, ojalá algún día haga yo algo que fuese el cincuenta por ciento de lo que es Mater Mia por ejemplo. Tenemos algo que es tan inusual hoy en día, que me siento como Morante mirando en la tauromaquia de Joselito el Gallo. Y rescatando esas cosas, ojalá yo algún día  fuese capaz de mirar esa manera de componer y esa manera de entender la música como lo hacían estos grandes artistas.

Te ha cambiado la vida totalmente, ¿tu aldea sigue siendo la misma, tus vecinos siguen siendo los mismos?

Mis amigos, siguen siendo los mismos, con los que me tomo las cervezas los mismos, mis compañeros de trabajo los mismos y yo sigo siendo la misma persona. Es más, me gustaría ser el mismo, tengo muy claro lo que voy a hacer en mi vida con la música, que es que mientras tenga algo que aportarle y mi corazón tenga algo que decir, compondré. Si algún día, musicalmente, mi corazón está vacío y ya no tengo que decir nada, directamente cortamos la coleta.

 

¿Qué se siente cuando tú ves lo que sentimos los demás con tu música?

Que yo me he entregado, que aquí me he roto, me he abierto y lo que he dejado aquí, la gente ha sido capaz de hacerlo suyo y de sentir lo mismo que yo en ese momento, porque cuando tu sientes dolor y lo escribes en una marcha y viene alguien y dice me ha recordado a esto, a tal momento de mi vida y no te conoce, no conoce la marcha, no conoce de qué va. Tú dices, aquí lo he hecho bien, aquí me he entregado y a veces es muy pesar porque le enseñas a la gente una marcha que estás haciendo para fulanita y te dice que eso no pega pero tu corazón dice que sí y si lo haces de verdad, va a salir bien.

¿Crees que le debes alguna marcha a alguna imagen?

Yo creo que debo muchas, porque hay muchas hermandades, muchas imágenes que han luchado por mi música cuando nadie ha creído en ella y yo no soy de olvidar. Lo que yo creo es que no voy a tener tiempo para agradecer tanto, ojalá la vida me d mucha salud y mucha sabiduría para seguir componiendo, pero yo sé que hay marchas y lo que más me gusta es que son pueblos humildes, de hermandades de quinientos hermanos, hermandades muy humildes que desde el primer momento han apostado por mi música y me han pedido tal marcha para tocarla y eso ha sido lo que me ha levantado la ilusión a seguir componiendo.

 

¿Cómo llega esa marcha a Las Cigarreras?

Es muy curioso, yo estoy acabando la marcha, después del verano, y al final yo creo que todo esto ha sido porque la Esperanza ha querido que fuese así. Bueno, con la marcha acaba yo ya pensaba en el año que siguiente para ver cómo oriento todo esto, cuando llamo a José Manuel, a ver como vendemos la moto, porque lo difícil no es hacer el trabajo, es darle salida al producto. Entonces, en ese mismo momento, un amigo me pasa un enlace donde estaba la noticia que anunciaba que Las Cigarreras entraba con la Esperanza de Triana y dije: aquí me ha iluminado Dios. Llamo a Toscano y le digo que estoy preparando una marcha y me dijo que se la mandase sin problema ninguno. Se la mandé, la montamos y me dijo que la marcha sonaba de categoría, que le encantaba y que había que moverlo porque iba a dar que hablar.

 

Sevilla te ha abierto sus puertas, ¿qué le dirías ahora a Sevilla?

Lo que le diría a Sevilla es que gracias a ellos he tocado el cielo y después de haber entrado creo que es verdad aquello que dicen que Sevilla es el mismo cielo. Y espero que Dios me de mucha salud para componer mucho para Sevilla y espero poder estar a la altura de que mi música deje aquí un sello importante y ponga banda sonora a las estaciones de penitencia.