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Daniel Albarrán: «Daré el alma al completo en la composición para la Virgen del Dulce Nombre»

Ayer recibimos en nuestro programa de radio la visita de Daniel Albarrán, joven compositor que ha sido noticia esta semana porque compondrá la marcha del 50 aniversario de la llegada de Virgen del Dulce Nombre de Bellavista al barrio y su posterior bendición. A continuación, estuvimos hablando de música procesional con él en general, nos dio su visión personal sobre la música y nos abrió las puertas de su forma de interpretar la música. Finalmente, nos adelantó en primicia que está trabajando en una nueva marcha para la Esperanza de Triana.

-¿Cómo recibes, y sobre todo, cómo afrontas el encargo de la hermandad de Bellavista?

Lo afronto con ilusión, ha sido un inmenso honor que hayan querido contar conmigo para esta efeméride tan importante para ellos. Espero dar el alma al completo. Respecto al boceto, hay cositas pero queda mucho todavía y hay que trabajarlo todo muy bien. Siempre es bueno y necesario embriagarte de todo lo que hay alrededor de una imagen a la hora de componer. Cuanto más entiendas a una hermandad y a una imagen, vas a poder reflejar mejor la idiosincrasia de la Hermandad.

-La marcha es una donación de dos devotos de la Virgen del Dulce Nombre por la efeméride antes mencionada. ¿Hay programada ya alguna fecha de estreno? ¿Se pretende estrenarla para la semana santa del año que viene?

Yo sé que será para después de la Semana Santa de 2019, pero queda mucho que atar y trabajar antes de saber una fecha.

-Más allá de este encargo, Daniel tiene en mente la composición de la marcha de la coronación de la Virgen de la Victoria. ¿Cómo avanza el proceso? ¿Hay algo definido?

La marcha está terminada, he tenido ya la suerte de escucharla y suena increíble. Fue una marcha complicada de hacer, exigía muchísimo, la coronación es un momento con muchas emociones, pero tenemos una imagen con un corte muy especial. Hay que hacer una comunión perfecta entre estos dos estilos. YO pienso en los simbolismos de cada hermandad, es una advocación muy triunfal y debe representar la advocación de Victoria.

-Daniel ha mencionado ya en varias de sus entrevistas que es un autodidacta total, aprendió escuchando marchas y diferenciando instrumentos desde que era muy joven. ¿Cuándo descubres que tu pasión era la música y querías dedicarte a ella?

Siempre me gustó, mi padre me inculcó la música desde chico. A partir de ahí tuve la suerte de tener un teclado y empecé a jugar con la música, para mí era el mayor de los disfrutes. Fui creciendo y diversas circunstancias me hicieron querer dedicarme a todo ello. La primera marcha que interpreté con aquel piano fue Madre Hiniesta, de Manuel Marvizón.

-Háblame de la marcha Montserrat y, sobre todo, de Francisco Javier Gutiérrez Juan.

Es una historia muy complicada, nace en uno de los momentos más complicados a nivel personal. Fue una marcha terapéutica, me ayudó a salir del bache e iba superando mi situación conforme la iba componiendo. A veces, cuando vas a una hermandad, por una serie de circunstancias no acepta la marcha, en este caso ni fue escuchada. La marcha se quedó en un cajón. Un día conozco a Gutiérrez Juan y me dijo que le enviase lo que tuviera. Le envié la marcha y le encantó y me abrió las puertas de la Sinfónica de Sevilla.

-Sevilla es a la pintura lo que Rusia a la música. Stravinsky dijo en cierta ocasión, escuchando soleá dame la mano, que veía lo que escuchaba y escuchaba lo que veía. Daniel, ¿la Semana Santa necesita una banda sonora?

No es que la necesite, la propia música en sí es la banda sonora, ahí está. Nosotros vamos creciendo y ahora mismo no entendemos la música como un aliciente a la hora de andar, la música provoca la mitad de las emociones que se viven en Semana Santa.

-Estas primeras composiciones, de un corte grave y muy fúnebre (López Juarranz, Lerdo de Tejada, el primero de los Font) son las que priman en la Semana Santa. Pero aparece López Farfán y se da cuenta que Sevilla es distinta y necesita otro aire. ¿Qué tecla toca Farfán para cambiar el devenir de la historia de la música procesional?

Farfán fue un revolucionario, aunó varios estilos, hizo una forma distinta de llevar la música. Estrella Sublime nos ha marcado. Farfán mezcla marcha militar con marcha sinfónica y resultó una mezcla muy buena.

-¿En qué medida influye el estado sentimental y el momento en la composición de una obra? Recordemos la historia de los presos en Soleá dame la mano, el hundimiento del vapor Aznalfarache o la fotografía que vio Font de Anta de la Virgen de la Amargura. Va más allá de la propia Semana Santa.

Influye mucho. Cada compositor tiene sus propias formas, pero yo nunca podría decir que es un 50, es un 150%.  A la hora de componer uno debe expresar los sentimientos de cada momento. A veces necesito pasar y recuperar otros momentos de mi vida para sentir aquellos sentimientos.

-Ayer publicaba en Twitter el inicio de la película de Gutiérrez Aragón con la marcha virgen del Valle interpretada por la Filarmónica de Londres, cuyos componentes quedaban asombrados por la calidad musical de las obras. ¿Somos conscientes de la riqueza musical de nuestras marchas procesionales?

A las marchas procesionales se les tiene poco valor. En un conservatorio componer marchas se toma como algo muy bajo. La marcha procesional es un estilo y se valora poco. Se valora mucho en las personas que de verdad le gustan las marchas, pero no se le da el sitio que debe tener a los compositores. Antiguamente era música de la calle. La gente quiere algo nuevo pero después no está dispuesto a escucharlo. No es difícil innovar, yo defiendo que la evolución debe llegar sola. No se puede pretender crear evolución en una obra solamente.

-Pero como en todo, no todo es de calidad y hay sombras y tinieblas en la música procesional, que es un condimento imprescindible de la Semana Santa. ¿Todo vale? ¿Puede componer cualquiera?

Yo empecé a estudiar composición este año, pero llevo 10 años componiendo. Entiendo la armonía y conozco la música, nunca se deja de aprender. Y cuando se te enseñan las técnicas aprendes mucho, es maravilloso, pero no  porque te den las fórmulas tú vas a aprender, necesitas talento y trabajo.

-Daniel, nosotros somos muy dados a las contradicciones. Nada más que hay que decir música del silencio. Los famosos pitos. ¿La ausencia de música es también música?

Hay cosas, hay sonidos y detalles. El rachear… me has dejado muy desmontado (risas).

-¿Cuántas marchas tiene Daniel Albarrán actualmente?

Tengo apuntadas 15 pero para 2019 tendré unas 18. Además, quiero adelantaros una primicia aquí, y es que estoy componiendo una marcha encargada para la Esperanza de Triana. No puedo decir nada más.

-¿Qué quiere aportar Daniel a la música procesional?

Pues no lo he pensado. Siempre quiero que la próxima obra sea mejor que la anterior. Hay momentos, épocas… vendrá solo, no hay nada que plantear.

-¿De qué marcha estás más orgulloso?

Quizás Montserrat, marcó un antes y un después. Verbum Dei estoy hiper orgulloso de ella, tiene mucha historia detrás con el número 10 como protagonista. La Semana Santa fue quien me dio la oportunidad de nacer aquí y de criarme en este mundo.

-Una marcha para empezar la Semana Santa y una para terminarla.

Virgen de la Paz para empezar y para cerrar el silencio de la entrada de la Soledad de San Lorenzo. Es un momento maravilloso para cerrar la Semana Santa.