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Las Vísperas vuelven a brillar en Jerez

La jornada del Sábado de Pasión nos volvió a dejar estampas inolvidables y que vino a reafirmarnos que las Hermandades más jóvenes vienen apretando muy fuerte y que a buen seguro que darán que hablar en los años venideros.

Fue seguramente un Sábado de Pasión que recordarán por siempre los hermanos de la Sed y San Rafael, porque Dios mediante, el de ayer será el último de ambas corporaciones en esta jornada, puesto que pasan a la nómina de hermandades que realizarán su Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral.

Especial fue también, como lo es cada año, la llegada de la Sed a San Miguel, un momento más que consagrado en la jornada del Sábado de Pasión y que a buen seguro será de lo que más echemos de menos.

San Rafael, también volvió a dejar claro que pueden aportar y mucho a nuestra Semana Mayor, una cofradía elegante en la calle, con sabor a barrio necesitado de ella y un Cristo cuanto menos conmovedor, seguro que aportará muchísimo a la jornada que entre.

También hicieron Estación de Penitencia las Hermandades de Salvación, la Misión y la Entrega de Guadalcacín, todas ellas, con muchísimos estrenos en todo su cortejo, los cuales, no dejaron indiferentes a nadie y que gustaron a la gran mayoría del publico.

Destacable fue la nueva imagen de María Santísima del Encuentro en la hermandad de la Misión, imagen por la que se ha trabajado mucho y a la que se le tiene ya por Picadueñas, un gran cariño.

El tinte clásico del día vendría ya entrada la noche y de mano de la Hermandad de la Sagrada Mortaja, donde campanas anuncian a su llegada, que el Señor va muerto y está listo para ser amortajado. Un misterio imponente, sobrio y elegante en su andar, que llegó hasta las entrañas del centro para hacer el deleite de todos cuanto allí se encontraban.

Muy destacable fue el paso de la cofradía por la calle Tornería.

 

Una jornada que nos dejó momentos para el recuerdo y que abrió con sobresaliente nota, la puerta al Domingo de Ramos.