Blog

Se consumió la espera en la Puerta Real

Casi dos años han bastado para llegar al fin de la rehabilitación de la capilla de Nuestra Señora de las Mercedes Coronada. Dos años desde que la hermandad tuviera que dejar su sede por el notable deterioro que poseía el templo.

El 18 de junio de 2015 la Hermandad tuvo que marchar al Convento de las Siervas de Jesús para poner comienzo al inicio de las obras de restauración de su capilla. La humedad que tenía la sede de la Hermandad obligó a la Junta de Gobierno a actuar con rapidez, aquel lugar no era un sitio apto para venerar a las imágenes de la Hermandad a las que se le rinden culto.

En septiembre de ese mismo año, la Virgen fue trasladada a la Iglesia de San Vicente para celebrar sus cultos. A partir de entonces, Nuestra Señora de las Mercedes permaneció en un altar de la parroquia hasta el mismo día de la vuelta a su templo. El Cristo de la Redención se mantuvo con las Siervas de Jesús y continuó rindiéndosele culto en el Convento.

En la tarde del 17 de mayo de 2017 se respiraba normalidad y tranquilidad en San Vicente. La lucha por la restauración de la capilla había llegado a su fin, las Mercedes emprendían su vuelta a la Puerta Real.

Ella, mercedaria, brillando más que nunca, de blanco entera y con cíngulo negro, arropada por un notable número de hermanos y fieles para el día que era, se puso en la calle cerca de las nueve de la noche. En devoto rosario, atravesó las calles y paralelas que la llevaban a su templo.

Pasadas las nueve y media del mismo día, la Virgen llegó a su plaza, y entre pétalos y al son del rezo de la Salve, entró en su capilla.

La Hermandad está de enhorabuena, alegría y gozo. Mercedes Coronada finalmente, ya está en casa.