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La hermandad del Rocío de Umbrete recupera su primitivo Simpecado

Júbilo y alegría en el pueblo de Umbrete tras vivir una jornada histórica el pasado domingo 10 de diciembre con su popular hermandad rociera como protagonista.

Hace unas semanas, la Junta de Gobierno de la Real, Ilustre, Antigua, Fervorosa y Franciscana Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Umbrete, la séptima de las filiales que rinden culto a la Blanca Paloma, con más de doscientos años de antigüedad, dio a conocer a todos los hermanos, devotos y vecinos de la localidad que había recuperado el primitivo Simpecado con el que esta hermandad peregrinaba a la romería del Rocío.

Tal y como señala el historiador local Francisco Amores en su obra Umbrete y el Rocío. Historia de una extraordinaria devoción, este Simpecado habría realizado el camino con la hermandad de Umbrete desde 1830 y sería el tercero más antiguo de todos los que poseen las hermandades rocieras, solo por detrás del primitivo estandarte de la Hermandad Matriz de Almonte y del más antiguo que posee Villamanrique de la Condesa.

Sin duda alguna, estos datos nos hablan de la trascendencia de esta obra recuperada por la hermandad, una pieza que, recoge Francisco Amores, está realizada en tisú de plata sobre el que se disponen bordados con hilo del mismo metal, en su color y sobredorado. De autoría desconocida, destaca la pintura sobre lienzo en forma ovalada que retrata a la Reina de las Marismas. Motivos florales y una blonda de encaje de hilo de oro completan este Simpecado.

Cuando a finales de los años 40 del siglo XX, en un proceso de reorganización de la corporación rociera se realiza el nuevo Simpecado que actualmente preside todos los cultos, el antiguo quedó en manos de los descendientes de uno de los fundadores de la hermandad, que velaban por él durante todo el año en su casa, una práctica al parecer muy generalizada durante el siglo XIX y parte del siglo XX. Así, durante décadas ha sido custodiado en el domicilio de Doña María Barrios Infantes por esta vecina y toda su familia, hasta el pasado domingo 10 de diciembre, cuando se materializó la recuperación de este Simpecado por parte de la hermandad tras varias discretas y satisfactorias reuniones entre las partes implicadas.

Con un acto solemne que arrancó con la salida del Simpecado de la vivienda familiar en la que residió más de medio siglo, la hermandad del Rocío de Umbrete celebró este acontecimiento histórico con una misa en la Parroquia de Nuestra Señora de Consolación al mediodía, pasando previamente por la casa hermandad de la Sacramental, recibidos allí por esta corporación con un altar preparado para la ocasión, y por el convento de las hermanas de la Cruz, que rezaron la Salve con alegría.

En el interior de la Parroquia esperaba el Simpecado actual, bordado por las Hermanas Trinitarias de Sevilla, y cuya imagen fuera tallada por Antonio Eslava. Tras la misa presidida por el Director Espiritual Fray Isidro Moruno, la ceremonia culminó con el rezo de la Salve y el discurrir de los dos Simpecados por el pasillo central de la iglesia, con parada ante el paso de la Pureza, donde fueron recibidos por la hermandad de la Inmaculada, hasta el camarín donde descansa el actual Simpecado.

Desde allí el primitivo, el recuperado, partió hacia la casa hermandad, en la calle Rafael González Lahera, donde se encuentra junto a otro de los tesoros que la entidad conserva con mimo, el único Cajón de Madera que aún transita por los caminos.

Con la presencia del Presidente de la Hermandad Matriz de Almonte, Santiago Padilla, y con un agradecimiento infinito a Doña María Barrios y su familia, la hermandad del Rocío de Umbrete escribió otra importante fecha en su memoria gracias, precisamente, a su historia.