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Fallece el capataz Carlos Morán

En la jornada del día de hoy, 3 de noviembre, se ha comunicado el fallecimiento del recordado capataz Carlos Morán, tras llevar varios días ingresado como consecuencia de una neumonía derivada del coronavirus.

Carlos Morán será siempre una figurada vinculada a las hermandades de la Parroquia de San Benito, la de penitencia del mismo nombre y la de Valvanera. El hecho de haber nacido en el barrio de la Calzada explica esta relación fructífera que dio lugar a uno de los grandes binomios de nuestra Semana Santa: la cuadrilla comandada por Carlos Morán y el misterio del Cristo de la Presentación al Pueblo.

Durante varias décadas, y hasta hace cuatro años, Morán se situó al frente del martillo del primero de los pasos de la hermandad de San Benito, jugando un papel fundamental en la fundación de sus cuadrillas de hermanos costaleros, y dando al portentoso misterio su característico estilo que encandila al pueblo sevillano, que tiene el andar de este paso entre sus favoritos. Fue él además quien acuñó la expresión, un Martes Santo ante el Cristo de Castillo Lastrucci, «Arriba con el hijo de Dios».

También fue miembro de la Junta de Gobierno de la hermandad, así como de la otra corporación de la Parroquia, la de Valvanera, donde alcanzó el cargo de Hermano Mayor y actualmente ejercía como mayordomo y capataz del paso de la Virgen. En su dilatada trayectoria, Carlos Morán cuenta con el honor de haber sido capataz encargado del traslado del cuerpo de Sor Ángela de la Cruz a la Catedral con motivo de su canonización en el año 2003.

El mundo cofrade ha expresado su dolor en las redes sociales ante esta pérdida. La hermandad de la Sed ha recordado cuando el histórico capataz arregló el dedo que se desprendió de la imagen de su Crucificado en la procesión de 1981. La hermandad de Valvanera, cuya Hermana Mayor, Adoración Montes, es esposa del fallecido, agradece por Twitter todas las muestras de afecto y pesar recibidas, así como la hermandad de San Benito, que ha dedicado además unas pequeñas líneas al capataz que ya ha subido arriba, con el Hijo de Dios.