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Velas rizadas: ¿tradición o moda?

Un elemento característico que nació en Sevilla y que se ha extendido por toda la geografía nacional son las llamadas “flores de cera” o “velas rizadas”.

Utilizadas por muchas hermandades a la hora de exornar y engalanar sus pasos de palio. Actualmente suele atribuírsele la propiedad de elemento diferenciador entre las hermandades que las usan catalogadas por los cofrades como hermandades “de barrio” o “alegres”, aunque no siempre fue así. Si miramos atrás en el tiempo encontramos una moda que fue tendencia entre los años 70 y 80, aunque en algunos casos hasta principios de los 90. Era muy común encontrar en los pasos de palio este tipo de cera. Palios como la Virgen de la Cabeza de las Siete palabras, Victoria de Las Cigarreras, la Virgen del Patrocinio…, hasta en el palio de la hermandad de la Carretería encontramos velas rizadas en décadas pasadas.

Esta tendencia declina en los noventa, hasta tal punto que algunas hermandades suprimen este tipo de elemento en sus palios, tales como la Estrella entre los años 2007 y 2010. Es en su salida extraordinaria con motivo del 450 aniversario de la hermandad donde vuelve a recuperarlas. O la Virgen de la Palma de la hermandad del Buen Fin, la cual  tuvo el acierto de volver a recuperarlas en 2014, una estampa que no veíamos desde hace muchos años.

Es muy difícil precisar exactamente cuándo surge este tipo de elementos, ya que desde sus orígenes siempre han estado unidas como complemento en las candelería de nuestros pasos de palios. En un principio fueron utilizadas por la hermandad de la Esperanza Macarena, como muestra la fotografía de abajo, fechada en 1881. Aunque no con el aspecto que tienen las flores actualmente sino con un trenzado que recordaba vagamente a las palmas del Domingo de Ramos. Algunas veces, la hojarasca se distribuía en dos niveles, con estrangulamiento o zona lisa central, sin duda por la influencia de ramos bicónicos, muy cercanas (teniendo en cuenta la evolución estética) a las que actualmente se utilizan en el palio de las Angustias de la hermandad de los Gitanos.

La vela rizada, en la actualidad, tiene lugar como complemento de la candelería y se utiliza exclusivamente en aquellos pasos y tronos dedicados a la Santísima Virgen María. Rara vez se instala en los altares de cultos, aunque hermandades como La Macarena y los Panaderos las han empleado en los altares de culto de sus dolorosas.

La fisionomía de estos peculiares cirios apenas ha variado desde que empezaron a utilizarse, actualmente están compuestos por un taco de madera en el cual en su parte más alta lleva un cirio de cuyo alrededor florecen  y decoran ramilletes con muchas especies florales. Las hay que imitan rosas, claveles, azucenas y campanillas, si bien la proliferación de su utilización ha logrado expandir esta variedad, pueden personalizarse para cada hermandad con algún elemento que se identifique con dicha corporación, como por ejemplo: azahares en el caso de la Salud de San Gonzalo, los rosarios en las de la Virgen del Rosario del Polígono de San Pablo… Empleadas por muchas hermandades de toda la geografía nacional en el llamado “modelo de paso andaluz” que no es otro que el arquetipo de paso de palio sevillano.

En la actualidad los pasos de palio sevillanos más característicos y que llaman la atención del público por llevar dicho tipo de cera son como no iban a ser otros La Macarena, por ser pionera en su uso, la Esperanza de Triana, por llevar durante muchos años y que hace poco ha vuelto a recuperar en las esquinas del frontal de su palio, dos grandes velas rizadas además de las tradicionales primera y última calle de candelería.

Y la virgen del Refugio de San Bernardo, que actualmente es la dolorosa que más velas rizadas porta en su palio. Un total de 24 piezas de diferentes tamaños y con la peculiaridad de intercalar entre las jarras laterales este tipo de cera. Creando una estética personalísima a este sevillanísimo y magnífico palio que saliera de las manos de Rodríguez Ojeda.

Muchos cofrades (la mayoría jóvenes que no vivieron en aquella época) se echan las manos a la cabeza al contemplar que muchos pasos de palio de corte muy clásico han llevado este tipo de elementos, que bien viene a parecerse a las exquisitas flores de talco que exornan en algunos retablos de nuestros templos y que hoy día son muy difíciles de encontrar. Aunque las velas rizadas no son un sustituto de este tipo de flores.

Muchas veces ha levantado tanta polvareda el llevarlas o no, debido a que podrían alterar la forma de mecerse el paso… etc. Si se emplearon en el pasado fue porque se puso de moda además de que cumplía su función de decorar y llenar espacios muchas veces vacíos, disimulaban detalles e imperfecciones que puedan verse en algunos elementos del palio y que por fortuna hoy día no son visibles dado a la gran calidad de nuestros pasos y la enorme labor que realizan sus cofrades a la hora de montar y exornar sus palios.

Nos encontramos pues con un elemento que ha causado muchos debates en cuanto a su uso y colocación, pero que no deja de realizar su función, acompañar en el paso a la Madre de Dios.