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La Archidiócesis de Sevilla ha hecho público cómo se llevará a cabo la celebración del Corpus Christi este año. La misa dará comienzo a las 10 de la mañana con un aforo limitado a 611 personas. También se limtará el número de representaciones de las instituciones de la ciudad, sólo serán invitadas las autoridades civiles, militares y universitarias. En cuanto a los sacerdotes que quieran asistir no podrán concelebrar.

La procesión no tendrá lugar por las calles, sino por las últimas naves del interior de la Catedral. Igualmente, para evitar la aglomeración de personas, el cortejo procesional quedará reducido al Consejo de Cofradías, la Junta de Gobierno de la Archicofradía Sacramental del Sagrario, el Cabildo Catedral, el vicario general, el Obispo auxiliar, el Arzobispo y las primeras autoridades.

Además, con el deseo de reconocer la labor y entrega de las múltiples instituciones y personas que han contribuido y siguen haciéndolo a luchar contra la pandemia, se ha previsto su participación en la Misa y procesión del Corpus, así pues, procesionarán dos personas en representación de los siguientes colectivos esenciales durante esta pandemia: médicos, enfermeros, farmacéuticos, trabajadores de centros de personas mayores, UME, Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Local, Protección Civil, Bomberos y miembros de Cáritas y de Cruz Roja.

El Santísimo Sacramento no irá en la custodia de Arfe ni en su paso procesional,  será portado por el Arzobispo. Tampoco se contará con la presencia de los pasos de los santos sevillanos. De esta forma, el Arzobispo bendecirá a todos los fieles de la Archidiócesis desde la Puerta de la Asunción de la Catedral, si bien, desde el Cabildo ruegan “encarecidamente” a los que quieran congregarse en la Avenida de la Constitución para recibir esta bendición, que guarden la distancia social.

Finalmente, el Cabildo Catedral ha informado que la Octava posterior al Corpus Christi de adoración al Santísimo con el tradicional baile de Seises “queda suprimida”.