Sábado Santo, alegoría de la fe
El Sábado Santo es un día de pasos alegóricos. El Sábado Santo es un día muy necesario en nuestra Semana Santa. Durante el resto de la semana, vemos en las calles de la ciudad misterios que representan pasajes de los evangelios, de un hecho narrado se hace una escena, una representación. Es poner una imagen a esas palabras. Pero el Sábado Santo va más allá, porque en sus pasos alegóricos no se representan escenas, sino conceptos. Y eso es mucho más complejo, y necesario a la vez.
El Santo Cristo Varón de Dolores de la Divina Misericordia, el Triunfo de la Santa Cruz y el Sagrado Decreto componen el trío de pasos alegóricos del Sábado Santo. El primero, con Jesús vivo, abrazado a la cruz y con la mano derecha en el corazón. A sus pies, el cráneo de Adán y la serpiente, además de la corona de espinas y los clavos. El segundo, conocido popularmente como la Canina, no representa más que una muerte resignada, pues la muerte ha vence a la propia muerte. Y el tercero, una auténtica catequesis visual, donde se representa la Santísima Trinidad, la Fe, el Amor Divino, los Padres de la Iglesia, San Miguel Matando al demonio y una mujer dormida que es símbolo de que el Sacramento del Bautismo nos acerca a Dios por medio del Espíritu Santo.
Pero, por si no fuera poco ya, el Sábado Santo es mucho más. De la Hermandad del Santo Entierro poco más se puede decir, completando su nómina de pasos con el Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo y con el Duelo. Todo ello en un cortejo digno de ver. La Hermandad de la Trinidad, también hace estación de penitencia con dos pasos más: el misterio del Cristo de las Cinco Llagas y la Esperanza de la Trinidad bajo palio. El Sol completa representa en su palio, de madera, la Sacra Conversación. Nos perdemos este año la exquisitez de la Real Hermandad Servita y la Soledad cerrando la Semana Santa a falta de la salida triunfal de la Resurrección.
