Blog

La problemática de la economía cofrade

La situación del estado de alarma ha afectado al mundo entero, no cabe duda. Es sabido por todos los daños económicos que tendrá la ciudad de Sevilla al tener que suspenderse, el caso de la Semana Santa, y posponerse, la Feria de Abril. Pero en el caso que nos ocupa, dentro del mundo cofrade también hay muchos sectores que pueden verse realmente afectados hasta el punto de su desaparición.

Cerería, floristería… y las formaciones musicales. La gran mayoría de ellas sustentan sus ingresos, casi al ochenta por ciento, en los pagos de la Semana Santa. Dichos pagos son dados, como se puede entender, por las hermandades correspondientes. Muchos están apelando a la “hermandad de las hermandades” para que cumplan con sus acuerdos y sean conscientes de lo que supondría no pagar los acuerdos firmados con estos sectores.

Manolo Esteban, presidente del Consejo de Bandas de Música Procesional de Sevilla, así como directores de bandas importantes han lanzado ya la primera voz de alerta ante la posibilidad que se está empezando a escuchar del impago. Alertan que ello podría conllevar incluso a la desaparición de bandas más pequeñas, que no solo tienen que hacerse cargo de los gastos que supone la preparación para la Semana Santa, que se mantiene durante todo el año (local, luz, gastos de mantenimiento, etc.), sino que algunas de ellas incluso tienen deudas. Afirman que cobran para seguir existiendo, que son asociaciones sin ánimo de lucro y que han sido muchas las veces que se han unido a los actos benéficos que han organizado las hermandades para colaborar.

Ante esto lo que estarían pidiendo a las hermandades es que sean conscientes de esta situación y traten de llegar a acuerdos con las formaciones, hecho que se podría trasladar a todos los sectores, para que mediante plazos u otros métodos, se mantengan los pagos, adaptándose a las circunstancias de ambas partes.

Lo que ocurre en este punto es que las hermandades también están viendo tambalearse su sustento económico, que son las cuotas, las papeletas de sitio y las subvenciones. Por lo que es entendible que para muchas de las más humildes, sea muy complicado hacerse cargo de esos gastos, si sus hermanos, de forma caritativa, no ofrecen ese sustento. Digo de forma caritativa, pues no hay otro contexto que justificase que sean pagadas esas papeletas de sitio o incluso donaciones.

En definitiva, ahora más que nunca las hermandades y todo lo que las rodea necesitan a los cofrades, a sus hermanos, para afrontar este bache que la vida nos ha puesto en el camino, pero que no cabe duda que juntos será como se supere