Blog

El Cartel de Fernando Vaquero para la Semana Santa de Marchena

En los Evangelios, a la hora de narrar el momento del descendimiento de Jesús, Marcos habla que ocurre al atardecer, Lucas y Juan no mencionan el momento exacto del día, solamente en algunas versiones de Mateo 27 se nos dice:  “Cuando llegó la noche”…Cuando llegó la noche vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también había sido discípulo de Jesús, éste fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo. Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia.

Quizás en este último evangelista es en el que se basaron los grandes del arte para pintar sus famosos descendimientos .Rembrandt, Rubens o Caravaggio pintan este momento ya de noche, sea como fuere en nuestra tierra y debido fundamentalmente a que muchas procesiones ocurren de noche estamos más que acostumbrados a imaginar esta escena sin la luz del sol .

Fernando Vaquero también he querido hacerlo así en este cartel, la luna de Parascebe, esa primera luna de la primavera que marca la fecha de la Semana Santa de cada año ilumina la noche más dramática de la historia .

El artista ha prescindido de dulcificar la escena para hablar del dolor, de la pasión y el dramatismo con el único objetivo de hacernos reflexionar sobre aquello que ocurrió en el Gólgota hace ahora más de 20 siglos.

Hace unos meses el Consejo de Cofradías de Marchena anunciaba a Vaquero algo que le inundó de ilusión y alegría, anunciar su Semana Santa y la cofradía elegida iba a ser el Santo Entierro.

Nada más conocer la noticia Vaquero empezó a documentarme sobre esta hermandad y varios detalles de la misma le llamaron la atención. En primer lugar su maravilloso Cristo , obra de Jerónimo Hernández. La postura de los brazos, su actitud contusionada, la caída de los mechones y los paños le llevó a pensar que quizás, originariamente, este Cristo no fue concebido como yacente sino como parte de un Misterio del Descendimiento.

Al preguntar en la hermandad lo confirmaron…un maravilloso Cristo que ha representado a lo largo de su historia dos momentos fundamentales de la Pasión: el descendimiento y el traslado al sepulcro. Y de ahí surge la idea de esta escena, representando justo el momento intermedio de ambas escenas para poder hablar así de las dos a la vez. Arimatea y Nicodemo se acercan al cuerpo para cogerlo e iniciar su Santo Entierro. Se nos ofrece una vista poco común, la cenital, como si fuese Dios Padre quien contemplase el entierro de su Hijo. El pueblo de Marchena ilumina este momento como si del astro lunar se tratara.

La cruz ensangrentada en la que murió yace en el suelo, como yace él, ella también cumplió ya su cometido, esa cruz, tan importante en esta hermandad ya que preside , por si sola , el primero de  los pasos de la cofradía en su Triunfo de la Santa Cruz. A los pies de la misma el símbolo del pelícano que preside la urna del Santo Entierro: el altruismo llevado hasta el sacrificio completo de sí mismo, símbolo de la muerte de Cristo. Junto a la cruz los tres clavos y el mazo. Sobre ella una tabla que reza en tres idiomas: Jesús Nazareno Rey de los Judíos

Pero hay otro símbolo del que hace uso esta Hermandad, las tres Marías con esa particular manera de entrelazar sus manos, aparecen al fondo en la penumbra.

Y la Virgen se encuentra presente también de un modo simbólico, está en el único color que Vaquero ha utilizado para pintar este cuadro: el azul ya que en la liturgia el color azul es el que simboliza la pureza, la virginidad y la Inmaculada Concepción de María.