Así es el cartel de Alvaro Gavilán para el pregón de los Armaos
La Hermandad de la Macarena ha presentado en los salones de la casa de hermandad el cartel que anuncia el pregón de los armaos 2020, una obra del artista, y hermano de la corporación, Álvaro Gavilán Méndez.
El cartelista ha sido presentado por Ildefonso Damas, hermano perteneciente a la Centuria Romana Macarena. En el acto de presentación también han intervenido el Diputado Mayor de Gobierno, Alberto Pérez, y el Capitán de la Centuria, Fernando Vaz, acompañados por la Junta de Gobierno y el Teniente de los armaos, Manuel Ruiz.
La técnica empleada en el cartel es el pastel y la imagen representada por el artista se inspira en un documento gráfico cuyo original se conserva en el Archivo de la Hermandad, una fotografía en blanco y negro tomada una mañana de Viernes Santo de la década de los 40 del siglo XX.
Gavilán reconoce que en la concepción del motivo final concurren las efemérides del 425 aniversario fundacional de la Hermandad y el centenario de la muerte de Joselito el Gallo así como la muerte de “mi gran amigo Pepe Hidalgo”. Con todo ese material “decidí que lo que quería representar fuese añejo, las vivencias de mi Hermandad, lo que ha sido y siempre será la Macarena, una Hermandad de barrio”. “De alguna manera tenía que representar al Señor de la Sentencia, la silueta que desde los armaos nunca se ve, pero siempre se intuye, de ahí que aparezca reflejada en esa coraza añeja”, ha explicado.
El niño de nazareno “nos representa a todos”, es “el traslado orgulloso de una herencia de padres a hijos, que, por mirar hacia la cámara y, por consiguiente, al espectador, se convierte a su vez en conexión de los muertos con los vivos, de los macarenos del siglo XX con los del XXI”. El nazareno sostiene una varita donde, bajo la galleta, aparece la cifra latina CDXXV, referida a la conmemoración fundacional de la Hermandad.
El armao, que viste la ropa de costilla diseñada por Rodríguez Ojeda (1897) y financiadas, en parte, por Joselito el Gallo, se representa con la cinta de las carrilleras aflojadas al mediodía, “lo que provoca que el casco se tuerza al estilo de los sombreros de ala ancha tan usados todavía entonces”.
