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Agradecer a “Cinturón de esparto” la confianza en mi trabajo y en especial quiero aprovechar para daros públicamente mi enhorabuena. Es digno de albar el trato tan extraordinario que da no solo a mi persona sino a todo el circulo artístico cofrade en general. Hacéis una gran labor encomiable, con una atención justa y equitativa a todos los aspectos, actos y personajes de la actualidad, lejos del trato privilegiado por asuntos personales o simpatizantes de conveniencia. Sois un portal y un medio de comunicación serio, riguroso y veraz, donde se demuestra día a día la profesionalidad de una juventud bien preparada. Un trabajo digno del movimiento cofrade de esta ciudad.

Para mí es un auténtico privilegio tener la oportunidad de dar mi visión de algo tan grande como es la Semana Santa de Sevilla. Encomienda de gran envergadura y dificultad en la que te enfrentas a multitud de sentimientos y experiencias personales y a la vez a algo tan común como individual en cada uno de los sevillanos. Había que buscar el denominador común, pero ¿cuál es? Que visión común tenemos todos los cofrades de algo que vivimos de la misma forma y con la misma intensidad pero que la sentimos de forma tan individual e íntima.

Fiesta, calles, cofradías… Luz, color… Centenares de rostros de Cristo, Mil miradas de su Bendita madre que ayudan a cada sevillano a acercarse a Dios. ¿Pero con cual me quedo de ellos si quiero representar la Semana Santa de todos? ¿Qué rostro tiene Dios en para cada sevillano? Imposible descifrar aun que me apoyara en encuestas exhaustivas y experimentos sociales.

Busco el rostro de cristo en la semana santa de Sevilla y es imposible pintarlo. Pintare lo que rememoramos, lo que contradictoriamente en Andalucía celebramos y se puede decir, festejamos

SU PASION, MUERTE Y RESURRECCION y lo haré con un mismo eje central para todo, como el tronco del árbol del que salen las infinitas ramas que son las hermandades y cofradías de esta ciudad.

Una sola cruz que carga Cristo en su Pasión y que lo hace caer por tres veces. Sevilla es esa piedra que le hace mantener erguido demostrando que aquí la Esperanza no es que nunca se pierda, sino que la buscamos todos los días.

Esa misma cruz por donde se derrama el AMOR de nuestro Salvador clavada en un monte Calvario que late en el silencioso bullicio de las calles de Sevilla.

Y la misma cruz que, de una forma discreta pero rotunda, libera la gloriosa RESURRECCION que se alza hacia lo más alto para pregonar que tras la noche más oscura donde en el cielo se borda la muerte triunfadora, se asomará dichosa la Aurora de un nuevo día en el que todo cobrará sentido.

MORS MORTEM SUPERAVIT.LA MUERTE VENCIÓ A LA MUERTE

Una obra realizada en técnica mixta sobre papel encolado a tabla de 60x100cms con una estructura claramente vertical en la que tres planos diferenciados cromáticamente que gracias a un juego de luces y transparencias emergen de un fondo oscuro que inunda la composición de estilo tenebrista de un halo de misterio y misticismo.

No encontré otra forma de representar la Pasión según Sevilla. La verdadera pasión de ser testigos diarios de que aquí Cristo está VIVO y vive con nosotros.

Muchas gracias