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Hermandad con H mayúscula

Hermandad con H mayúscula. Aunque no es correcto desde el punto de vista ortográfico, es una licencia que hace tiempo decidí tomarme. Algo arriesgado en estos tiempos, pues realizar una acción de estas características y hacerlo público a través de las redes sociales supone enfrentarte a ciertos personajes que aguardan a la mínima ocasión para atizarte. A pesar de ello, continúo con lo mío y mi presente es este artículo que lleva un mensaje profundo desde mi perspectiva.

Escribir Hermandad con H no es una casualidad ni lo hago por una cuestión nimia, sino que es producto de mi percepción del lugar que ocupan dichas corporaciones en nuestra sociedad. Es una forma simbólica de ensalzar su figura. Y es que es una realidad palpable que las Hermandades aportan muchísimo a nuestro día a día.

Ya hablé sobre uno de estos elementos positivos, el cual denominé la caridad invisible (véase el artículo del mismo nombre) y aunque esta supone un gran valor de nuestras Hermandades -además de la caridad visible: ayudas económicas, alimentos y ropa-, también hay otros aspectos que la engrandecen y por qué no decirlo, justifican su existencia. Cabe destacar la contribución de las Hermandades a la conservación del patrimonio, pues al estar ligadas a sus templos hace que sean  su lugar de culto, pero también mantienen edificios de gran valor artístico e histórico en buen estado, algo indiscutiblemente positivo para el conjunto de la sociedad.

En el mismo sentido, los propios titulares, son imágenes sagradas y a la vez obras artísticas. Mencionar sin falta pero sin ánimo exhaustivo los enseres: pasos, piezas de orfebrería, vestimentas de las imágenes, cuadros, joyas y otros elementos en propiedad de las Hermandades.

Todo  esto encuadrado en el aspecto patrimonial. Otro aspecto, la formación, es necesario destacarlo porque la labor en este ámbito ayuda a los hermanos de cada corporación  en el desempeño de su vida cristiana.

Por último, y sin ningún reparo por mencionarlo, las Hermandades impulsan ciertos sectores económicos concretos que sin nuestras corporaciones no existirían o ya no tendrían cabida en nuestra economía: la imaginería, la orfebrería  o los bordados son ejemplos de ello.

Hermandad con H, por la caridad, la formación y el patrimonio, departamentos dentro de la estructura de una Hermandad pero que son más que eso, son sus pilares fundamentales y el motivo de la H de Hermandad.