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Fallece el restaurador Rivero-Carrera

El pasado sábado, a los 92 años de edad en el Hospital Virgen Macarena, falleció José Rodríguez Rivero-Carrera, restaurador del Museo de Bellas Artes de Sevilla.

Su nombre se convirtió en un habitual de los programas de mano de la Semana Santa durante la década de los 80 y 90 del pasado siglo, habida cuenta de las innumerables imágenes procesionales que pasaron por su taller de la calle Lumbreras para ser restauradas.

La lista la engrosan, entre otras muchas imágenes, El Cristo del Amor y el Señor de la Sagrada Entrada en Jerusalén, los titulares de la Lanzada, los de Montserrat, el Cristo de las Misericordias (Santa Cruz), la Virgen de los Dolores (Las Penas de San Vicente), los titulares y el misterio completo de la Carretería. También por su taller pasaron imágenes de notable valía artística y profunda devoción, como la Virgen del Amparo y la Asunción de Cantillana.

Rivero-Carrera se convirtió en uno de los primeros licenciados en Restauración por la Facultad de Bellas Artes que desempeñó esta especialidad sin proceder del ámbito de la imaginería, a diferencia de lo que había sido habitual hasta esa época, en la que referentes como Luis Álvarez Duarte o Antonio Joaquín Dubé de Luque acometían tales labores aportando siempre parte de su estilo personal.

El nombre de Rivero-Carrera se sumó en aquella época al de restauradores de prestigio como Francisco Arquillo o los hermanos Cruz Solís. Según los expertos, se caracterizó por “reciclar” métodos tradicionales en esta labor y adaptarlos a la modernidad, lo que a partir de entonces se conoció como “restauración científica”. El domingo se celebró el responso por su alma y su cuerpo fue incinerado y sus cenizas depositadas en el columbario de la Parroquia del Sagrario, de cuya Hermandad Sacramental era hermano.