El pasado lunes anunciamos la designación del artista Juan Miguel Martín Mena como cartelista de la Semana Santa de Cinturón de Esparto 2020.
Será la quinta edición del cartel que edita este medio de comunicación. Tendremos la oportunidad de contar con la pintura de uno de las artistas de referencia en los últimos tiempos.
Juan Miguel Martin Mena vive en Dos Hermanas , nacido en la cuna de una familia cofrade.
Desde que era un niño cambiaba los juguetes por rotuladores y lápices de colores. Recuerda que siempre que tenía un papel en las manos buscaba algo para pintar y era su mayor entretenimiento.
– Juan Miguel, ¿cómo has sentido la designación? ¿Qué supone para ti?
Con muchísimo cariño, mucha ilusión y muchas ganas de participar en lo que está convirtiéndose este medio gracias a vuestro esfuerzo y vuestro buen hacer.
– Tienes la oportunidad de pintar un cartel para la Semana Santa de Sevilla, en general. ¿Has tenido alguna vez una idea preconcebida, algún boceto o según decida la inspiración?
Cuando se trata de reflejar un mundo tan extenso, tan rico y algo que sientes y vives desde siempre, es demasiado difícil abrir una de las miles de puertas que aparecen. Siempre tengo muchas ideas, y es muy difícil encontrar la imagen perfecta que lo resuma todo. Hay carteles que sí han conseguido englobarlo todo, pero quizás no sea unánime. Me gustaría que en la obra estuvieran reflejados el mayor número de espectadores.
– Rubén Terriza, César Ramírez, Nuria Barrera… El bagaje no es para nada desdeñable. ¿Supone algún tipo de presión?
Los antecesores no pueden ser mejores. Aparte del compañerismo que profesamos, es mi admiración absoluta, desde la frescura de Rubén hasta la experiencia de carreras consagradas como la de Nuria Barrera. Aún así, son estilos muy diferentes y creo que tus trazas deben hablar por ti.
– ¿Cómo es posible pintar la Semana Santa con una técnica que, a priori, limita más que óleo o acuarela?
Para mí, el bolígrafo no tiene ninguna limitación. Actualmente esta técnica la estoy mezclando con acuarela y con grafito. Yo llevo aquí por mediación del bolígrafo.
– Es cierto que el color habitual en tu pintura suele ser el azul, o el negro. Para esta ocasión, ¿usarás distintos colores o es posible pintar la Semana Santa de un solo color?
Mi trabajo va unido al color. No concibo la cartelería sin color. Mi intención siempre ha sido meter color.
– ¿Cuál es la imagen de la Semana Santa más difícil de pintar?
Hay varias que son bastante dificultosas por sus rasgos. En cada caso, es muy especial para lo que eliges, el proyecto, el material… aquí quiero aprovechar para agradecer el trabajo de los fotógrafos sin el cual nuestros trabajos no podían salir adelante. Depende de muchas cosas, pero sobretodo de la intención. No podría decir alguna imagen en concreto.
– ¿Cómo estás viendo el crecimiento de tu obra y de tu estilo? ¿Cuál es tu intención ahora mismo?
El resultado son las horas en el estudio y llega un límite en el que tengo bastante trabajo como para no poder salir del estudio. Lo más importante es la preparación, la investigación y las prácticas. Yo estoy continuamente aprendiendo. La preparación académica es importante pero no es esencial. Se puede ser autodidacta, pero esto no significa aprender sólo. Yo estoy continuamente recibiendo clases.
– ¿Qué opinas acerca de nuestro trabajo y nuestros humildes intentos de ennoblecer el arte sacro en Sevilla?
Es importante el trabajo que hacéis, puesto que la Semana Santa no es una celebración, sino una forma de vida. Eso es producto de muchas manos y gran parte de ese trabajo lo estáis haciendo vosotros con vuestro buen hacer, la seriedad y la limpieza en el tratamiento de la información, que no es tan común en los medios de información cofrade que hoy en día hay por ahí.
– Háblanos de tus últimos carteles y de tus presentaciones más cercanas.
Hay muchos proyectos, la Cuaresma viene muy cargada. Tengo encargos tanto a nivel de la provincia de Sevilla como a nivel autonómico. No puedo desvelarlos todavía, pero se conocerán pronto.
