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Entrevistamos a Felipe Guerra, Alcalde de los Negritos, con el que pudimos hablar en nuestro programa de radio de la pasada semana. Nos hizo balance de la Coronación de la Virgen de los Ángeles y habló de los asuntos más destacados de tal efeméride.

¿Cuál es el sentir de la hermandad ahora mismo? ¿Qué se respira?

Yo creo que la imagen está clara y todo el mundo lo entenderá. Vas por la casa de hermandad y todos tienen esa sonrisa de tonto dicho vulgarmente. Sonrisa entre nerviosa, de felicidad… Así lo definiría. Ha sido algo precioso, hemos tenido el sentimiento a flor de piel. Los actos han sido muy emotivos, que hacen que te acuerdes de hermanos que ya no están, en general ha sido muy especial la verdad. Todos todavía con ese sueño y esa sonrisa.

Nivel de satisfacción que tiene el alcalde de los Negritos.

Yo no puedo contestar eso, creo que los hermanos han estado fantásticos, han respondido y trabajado mucho. Cojo de ejemplo la juventud, pero no la juventud actual, sino en general. Grupo joven actual, grupos jóvenes de etapas anteriores y que se han unido y han trabajado horas y horas y llevan preparando todo lo que Sevilla vio, tantas calles engalanadas de toda la ciudad, no solo las del barrio y Parroquia. La Junta de Gobierno ha trabajado durmiendo los últimos días muy pocas horas, hemos estado comiendo en la hermandad… Simplemente con ese trabajo que han hecho tantos hermanos me doy por satisfecho por ellos. Por mi parte, no lo evalúo porque no son quién, quiero que sean los hermanos y devotos quienes evalúen porque al final se ha demostrado la devoción que tiene. Ha estado arropada también por vosotros, los medios que lo habéis visto. Ha sido algo muy especial y creo que soy el último en evaluarlo.

¿Cuál ha sido el momento más especial?

Creo que todo se resume cuando nuestro Hermano Mayor coloca la corona sobre las sienes de nuestra titular, es algo histórico y además a escasos diez metros de la tumba de nuestro fundador. Y además, que sea el Hermano Mayor el que la coloque, ni ha ocurrido ni creo que ocurra. Esa circunstancia no se va a dar en ninguna otra hermandad, y todo confluye en eso, en demostrar a la Virgen cómo la quieren sus devotos. Ese momento. Pero todos tendremos imágenes que se grabarán en la retina. Las hermanas camareras de la Virgen… Se percataron muchos medios, y hermanos también, cuando las veían al principio y después entrando en la procesión, cuando venían ya con la corona, las cinco con esa emoción. Son ángeles en vida que para ellas era algo muy especial, llevaban muchas semanas nerviosas y para ellas era increíble. Son momentos que se nos quedarán siempre grabados a todos.

¿Cómo ha sido la recepción por parte del público cofrade? ¿Qué se ha visto desde dentro?

Yo estoy muy contento, y lo digo con toda la sinceridad, muy sorprendido por cómo se ha aceptado. Partimos de varias premisas. Lo primero, a pesar de que somos una Hermandad muy antigua, somos una hermandad que no somos quizá de las más señeras por definirlo de alguna manera. Partíamos con esto, partíamos también del hecho de hacer actos fuera de la tónica de lo habitual. Hemos programado todo en base a lo que se nos ha pedido. La obra social tenía el carácter y la focalización de vivir con las realidades de nuestra parroquia. Y después la juventud. De partida, alguien que no le llega la información y el motivo del por qué, le ha chocado que crucemos una calle para hacer el triduo. La razón era esa, teníamos ese mandato de hacer parroquia, la iglesia en salida y en la calle, era el mensaje que bajaba desde el Santo Padre. Eso al principio que parecía un hándicap ha ido calando y mi satisfacción y de la Junta es que se ha entendido. Lo reconozco y agradezco, la procesión triunfal fue increíble.

Se ha hablado mucho del andar del palio, tan distinto al del Jueves Santo pero reconocible por como andaba hace ya algunas décadas. ¿Estaba pensado?

Ya no es tanto el andar. Solo quiero que entendamos la diferencia. Muchos repararían en que la Virgen en sus salidas no llevaba pañuelo, llevaba flores. Sabemos qué significa eso. Aunque sea una dolorosa, es una procesión de gloria y acción de gracias. Cosas que un Jueves Santo no tienen cabida, en este tipo de procesiones sí, era el momento. Que eso se hable con la banda, con los capataces y costaleros, que tenemos que dar esa alegría y demostrar que estamos felices y dando gracias al Señor…  Se habla pero hay que hacerlo comedido. Hay quien se deja ir más y quien se deja ir menos. Hay que quedarse con la parte positiva y el por qué. Todo no ha sido ni espontáneo ni por equivocación, todo estaba hablado. La Virgen debía ir así, con esa alegría y que se reflejase que era procesión triunfal.

Estaba la Virgen del Rocío lista para recibir a la Virgen de los Ángeles pero no pudo ser, ¿estaba pensado entrar? ¿Por qué no se entró?

Nosotros íbamos con esa intención, llegamos allí y lo planteamos pero por circunstancias propias, ajenas a la Redención, no se pudo. La calle es complicada, nuestros varales tienen movimiento diferente al de ellos… Eran muchos factores, al final teníamos que ver sobre la marcha hasta dónde llegar. Creo que quedó algo bonito, digno y estamos muy agradecidos a todos lo que ellos prepararon. Su Grupo Joven se volcó de forma extraordinario en la calle y en la plaza. Yo lo supe el día anterior, la Virgen iba a estar ahí de todas formas para que se pudiera entrar a rezarle. Son advocaciones muy unidas, hace meses hicimos una convivencia preciosa con ellos en el Rocío, le entregamos un pañuelo… Lo hablaba allí con ellos, cualquiera de las advocaciones de María son preciosas y bellísimas, pero cuando hablamos de Rocío y Ángeles son advocaciones unidas y que llaman a tener a María en nuestro corazón.

¿Cuáles son los próximos cultos?

Tenemos misa de Acción de Gracias el sábado, hay que agradecerle a la Virgen que todo haya ido bien, que los hermanos puedan pasar de nuevo a besar la mano de la Virgen, a postrarse ante ella y a rezarse ya Coronada. Invito a devotos, hermanos y cofrades sevillanos a que vayan a dar gracias por cómo disfrutamos, cómo lo vivimos. Hay que dar gracias en todos los sentidos, los autobuses que venían de Andalucía, Castilla la Mancha, Extremadura… Que todos hayan regresado felices a sus casas, y sanos. Hay que dar gracias por el testimonio de fe, hay que agradecerle todo lo que la Virgen ha hecho por nosotros, lo primero, darse ella misma por ser la que acogió al mismo hijo de Dios. Tan solo deseamos que el sábado esté la capilla llena.