La Estrella regresa a su Capilla mirando al futuro
Los titulares de la hermandad de la Estrella han regresado en la mañana del segundo domingo de Cuaresma a la Capilla de la calle San Jacinto, tras la celebración del Quinario y la Función Principal en la Parroquia de Santa Ana.
Acompañados por un nutrido grupo de hermanos, el Señor de las Penas y la Virgen de la Estrella han realizado el que, previsiblemente, puede ser su último traslado de regreso desde la catedral trianera, teniendo en cuenta que el próximo año la hermandad celebrará sus cultos en la cercana Parroquia de San Jacinto, donde residirá provisionalmente por las obras de ampliación de su Capilla.
La mejora de las relaciones entre la hermandad y la Parroquia de San Jacinto, presuponen que la corporación trianera acudirá a este templo con mayor asiduidad para la celebración de sus principales cultos, de ahí que este traslado haya tenido cierto aire de despedida con la Parroquia de Santa Ana.
Una gran cantidad de público ha presenciado el discurrir de las imágenes por las calles del arrabal, con el acompañamiento musical de la Escolanía de Nuestro Padre Jesús de las Penas en el Cristo y la Sociedad Filarmónica de Nuestra Señora de la Oliva de Salteras en la Virgen.
A las dos de la tarde, con el testimonio de un sol potente que había derramado su luz sobre la corona de la Valiente, culminó uno de los rituales más ansiados de la Cuaresma.
No habrá que esperar mucho tiempo para ver al Señor de las Penas y a la Virgen de la Estrella en andas: será el Primero de Mayo cuando regresen a San Jacinto, para reencontrarse con su historia y, juntos, mirar al futuro.
