En la tarde de ayer jueves nos visitó en el estudio de Onda Capital el bordador y vestidor José Antonio Grande De León, afamado por sus trabajos, restauraciones y atavíos sobre las Vírgenes. Hicimos un repaso general acerca de su trayectoria, nos habló de los encargos más inmediatos por hacer y hablamos sobre la historia del bordado y el estilo decimonónico de algunas piezas. Nos informó, también, que el próximo 28 de septiembre comienza en el Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla una exposición por el 25 aniversario de sus inicios como bordador, y finalizará el 7 de octubre. En ella se expondrán numerosas piezas que ha ido elaborando durante su vida profesional. Os dejamos la entrevista a José Antonio Grande de León, premio Alfiler de Plata que le otorgamos aquí en Cinturón de Esparto.
–Bordador y vestidor de la ciudad de Sevilla, cuenta con una amplia trayectoria desde muy joven. Cuéntanos tus inicios como vestidor y el por qué de tu vocación profesional.
Las dos van muy unidas en mi vida, desde niño empecé a vestir. Soy totalmente autodidacta, me encapriché en que mis padres compraran una dolorosa pequeñita en una exposición en la Hermandad de la Cena. Mi padre me encargó una y empecé a vestirla de mil maneras diferentes. Con 14 años vestí la primera dolorosa, y con 18 empecé a vestir a la Virgen del Dulce Nombre y después comencé a bordar en oro.
–Recientemente ha copado los medios de información cofradieros porque el pasado lunes se produjo el acto de la primera puntá al manto de la Virgen de la Soledad de San Buenaventura, una imagen muy especial en tu vida. ¿Cómo afrontas este proyecto? ¿Cómo fue la visita de los hermanos a tu taller?
Una ilusión muy grande, es una hermandad que quiero mucho y me encanta el estilo decimonónico que tiene la cofradía y el manto. Vino un grupo muy nutrido de hermanos y las camareras de la Virgen. Una tarde muy bonita. Hasta el año 2021, sin embargo, no verá la luz completamente terminado.
-¿Continúa este manto la línea proyectada por la hermandad para la cofradía? Todos sabemos que la Soledad tiene una impronta propia en la calle.
La intención es esa, recuperar el estilo decimonónico que en su manto se perdió. Cuando la Virgen se puso de pie, se deshicieron de aquel manto decimonónico y es el que hemos querido recrear, nos hemos basado en muchas fotografías.
-También la Hermandad de Pasión le ha encargado recientemente un manto de camarín para la virgen de la Merced. ¿Qué significa para grande de león compartir ajuar con nombres tan importantes como Patrocinio López, Manuel María Ariza…?
Es una gran satisfacción pero una gran responsabilidad, soy un enamorado del estilo decimonónico, lo he estudiado mucho. Queremos adaptarnos a ese estilo del siglo XIX, en cuanto a las puntadas, tipo de hilo… Será el manto que siempre tenga puesto en su festividad.
–Otro de los encargos más importantes a corto plazo es la restructuración y restauración del estandarte de la Divina Pastora de Triana. ¿Cómo avanzan estos proyectos y cuándo podrán verse terminados? Háblanos sobre qué consiste este trabajo.
Este estandarte había sido tocado por muchas manos y no tenía consonancia en el diseño, la idea era pasarlo y dotarlo de un sentido, de un buen diseño. Se le han incorporado piezas nuevas. La Hermandad está muy contenta y en el mes de septiembre se estrenará.
–Háblanos de tu libro el arte en las manos, que se ha presentado este año. ¿Qué recoge y, sobre todo, cuál ha sido su acogida?
Mucho mejor de lo que imaginábamos, era un sueño para mí tener un libro. Se cumplen 25 años desde que empecé a bordar y han sido dos años de trabajo inolvidables, hemos conectado perfectamente con el equipo y se están vendiendo en todos los puntos de España y la editorial está muy contenta también. Recoge las piezas más significativas que he bordado, y otras que no se conocen en Sevilla capital, y todas las vírgenes que visto: tipos de tocado, de encaje…
–¿Cuál es el trabajo del que más orgulloso te sientes?
De todos los trabajos que salen de tus manos te sientes orgulloso, y en cada trabajo va tu alma y un pedazo de tu corazón, pero el más significativo de mi trayectoria fue el palio completo de la Hermandad de Jesús Despojado, me abrió muchas puertas y fue un antes y un después. Ese año no se olvidará nunca, pero lo que significó para mí el año 2007 no se olvidará nunca.
–Rodríguez Ojeda fue un auténtico revolucionario de la Semana Santa en cuanto a estética visual. ¿Por qué? ¿Qué aporta Ojeda que tanto impacta y qué tecla toca para cambiar los registros?
Ojeda fue un gran visionario, él veía una Semana Santa completamente diferente y consiguió crear una Semana Santa diferente, sobre todo en la forma de diseñar, rompe con todo lo que había antes, cuajó muchísimo en Sevilla su estilo y jugaba muy bien con los espacios, era uno de sus secretos.
–Yo soy un enamorado del siglo XIX y de los talleres de finales de dicha centuria, pero hay muchas obras que se han perdido o están dispersas por diversas provincias. ¿Qué aportaron talleres como del Olmo, las Antúnez… a la Semana Santa?
Son reliquias del bordado y aportaron muchísimo, todo el romanticismo de la Semana Santa y se perdió por las modas. La figura de Juan Manuel me entusiasma, fue un gran artista, pero desgraciadamente las hermandades se dejaron guiar por ese estilo y algunas hermandades mejoraron, pero otras no llegaron a igualar las maravillas que habían vendido. Tengo en el taller el palio de la Virgen de los Dolores de Ronda, antiguo palio de Pasión, y se estrena en el mes de septiembre.
–¿En qué obra del bordado de la Semana Santa de Sevilla te hubiera gustado ser partícipe?
Aunque hubiera sido solo dar una puntada, así que se me venga a la cabeza y de un carácter excepcional… El manto de la coronación de la Macarena.
–Para hacer un repaso final, ¿A qué vírgenes viste José Antonio Grande de León?
A la Virgen del Socorro, Dolores y Misericordia, Gracia y Esperanza de San Roque, Dulce Nombre, Piedad y Caridad del Baratillo, Merced de Pasión, Soledad de San Buenaventura, Amor de Pino Montano, Concepción Parque Alcosa, Carmen de Calatrava, Virgen de las Nieves y Candelaria Madre de Dios.
