La archicofradía de María Auxiliadora Coronada presentará novedades de cara a la salida procesional de 2018 concretamente en el paso de gloria de San Juan Bosco, con varias piezas que serán restauradas y doradas dentro de un proyecto que culminará en el año 2024.
Ya el pasado mes de julio de 2017 se firmó, en las dependencias de la corporación de glorias, el contrato para la restauración y nuevo dorado del paso de Don Bosco, obra del insigne tallista Guzmán Bejarano, y que correrá a cargo del taller de dorado que regenta el artesano David de la Paz Encina.
Actualmente este taller realiza las labores de conservación de los dos pasos de gloria de la corporación salesiana, así como fue el encargado de dorar y restaurar el paso procesional de la Santísima Virgen.
Restauración
Este proceso de restauración tendrá una duración de siete años, en el que también están implicados la comunidad salesiana, el colegio y los diferentes grupos de la familia Salesiana de la casa de la Trinidad.
El paso presenta grietas, faltas de piezas en la talla, desgaste generalizado en su capa metálica y estuco, roces y golpes. Pérdida de brillo en el oro, falta de policromía en las zonas de talla con motivos florales y frutas, suciedad generalizada y manchas de cera.
Próximos estrenos
El próximo sábado 26 de mayo, podrá observarse la primera fase de restauración con el nuevo dorado completo de los candelabros delanteros y la peana de San Juan Bosco que tallara junto al niño Domingo Savio, José Pérez Conde en 1966.
Así mismo para el paso de la Virgen de Don Bosco, María Auxiliadora, se procederá al estreno, además del reseñado por esta web de los faldones del paso bordados por Paquili, de una nueva parihuela que ha realizado en la localidad sevillana de Los Palacios y Villafranca, el artesano Enrique Gonzálvez.
En esta nueva parihuela se ha experimentado una tecnología propia, como es la elaboración de unos tinteros de alta resistencia y recortados con láser que evitan que la madera que los circunda dé de sí.
La nueva parihuela se ha realizado en madera de pino Flandes, de primera calidad. Destaca por ser una
madera absorbente lo que permitirá un teñido y tratamiento de ésta (con productos anti carcomas satisfactorios) así como la aplicación del barniz superficial. Las siete trabajaderas serán regulables en altura para una mayor comodidad en la igualá de los costaleros.
Una banda de tablazón en su parte alta, recorre toda la superficie de la parihuela, construida con tablero de contrachapado de 15 mm. de grosor. Esta tablazón está forrado con una chapa dorada. Todos sus ensambles llevan doble espiga, pasadas, acuñadas y atarugadas, excepto los peinazos situados en diagonal a los ángulos superiores, que irán a cola de milano.
Dicha parihuela va barnizada. En el interior de la canastilla, se han construido unos bastidores también en madera de pino Flandes, con unos peinazos transversales que coinciden con cada trabajadera, los cuales llevan unos tanganillos o puntales, que sirven para que dicha canastilla no soporte peso alguno.
Tras la conclusión se procedió al pasado y acople, tanto de la canastilla, como de los respiraderos a las nuevas andas.
