Blog

Un Martes Santo inédito y repleto de matices

La jornada del Martes Santo se había convertido en el tema de conversación por excelencia desde que se anunciara que se invertía el orden de la carrera oficial. Muchas dudas generaba el día de ayer y muchas son las respuestas que aún están por resolver pero en general y sin que podamos hacer un balance certero del resultado, sí que podemos sacar varias ideas.

En primer lugar, que la Semana Santa no es algo inamovible e intocable. Si hay ocho hermanos mayores que entendieron que lo mejor para sus respectivas corporaciones era dar un giro radical al día, poniéndose de acuerdo incluso en el orden en el que harían estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral, es de alabar que en este tiempo donde suelen primar los intereses personales a los colectivos, idearan una solución a los problemas que ellos mismos venían manifestando.

En segundo lugar, ayer demostraron las cofradías que si quieren, pueden. Desde que llegó la hermandad de El Cerro se vislumbró claramente que iba a ser una jornada marcada por el compromiso de todas las hermandades por cumplir los horarios oficiales, una jornada llena de solidaridad entre las cofradías para evitar cualquier tipo de perjuicio y una jornada marcada por el esfuerzo de todas ellas para que el «experimento cofrade» saliera a pedir de boca. Y eso, al menos en mi opinión, es de alabar. ¿Cuántos años llevan otros tratando de buscar una solución que no llega…?

Desde lo meramente cofrade, fue un Martes Santo que nos dejó imágenes inéditas, colores nunca antes visto y sensaciones para todos los gustos. El tiempo permitió que fuera una jornada completa donde todas las corporaciones pudieron hacer su estación de penitencia sin ningún problema. El Cerro es barrio puro, ilusión, devoción, entrega a sus amados titulares, y eso se refleja en el discurrir de la cofradía, que cada año tiene un sello más elegante y fino.

San Esteban fue quizás la que sufrió algo más la novatada del día, ya que según parece su cuerpo de nazarenos tuvo que comprimirse en extremo para dejar paso a otras cofradías en el punto más negro de la jornada, que por otra parte ya se sabia que iba a ocurrir. Habrá que esperar la valoración de la cofradía.

Los Estudiantes nos regaló allá por La Campana imágenes de su crucificado jamás antes vistas, sobre todo cuando caía la noche y los últimos rayos de sol se ponían.

San Benito ha adquirido un empaque en la calle digna de admiración. Los tres pasos tienen un sello muy cuidado que cada año confirman que es una hermandad preocupada por cada detalle. Santa Cruz era quizás la más dubitativa sobre la novedad de la jornada, ya que acostumbrados a realizar un recorrido de vuelta muy corto, ayer debían volver por El Arenal hasta regresar a su templo. Pero la hermandad en sí y las imágenes, es un regalo divino para Sevilla.

La Candelaria es otra de las hermandades que nos dejó imágenes para el recuerdo, los jardines de día y El Salvador o la Cuesta del Rosario de noche son algo que quedará en la memoria de los sevillanos.

Los Javieres demuestra cada año que es una cofradía muy a tener en cuenta. Tiene un magnífico crucificado con un paso excelente y un paso de palio que en mi humilde opinión ha ganado mucho con la imagen de San Juan. El color de la noche con el crucificado es un binomio cofrade difícil de superar.

El Dulce Nombre era una de las que más anhelaba el cambio ya que su vuelta a San Lorenzo es bastante más corta y la cofradía entraría a una hora más temprana. Parece que de ida sufrió algún parón, por lo que esperamos igualmente la valoración de la corporación de San Lorenzo. En lo cofrade, creo que pocos palios hay con un sonido tan bonito como el del Dulce Nombre. Es un palio sevillano donde los haya, con un color y un olor a rosa que es un regalo para los sentidos.

 Se abre a partir de hoy un debate sobre lo ocurrido en la jornada de ayer. Habrá que esperar informes oficiales de los cuerpos de seguridad, del Ayuntamiento, del Consejo de Cofradías, de las propias hermandades para hacer balance de lo ocurrido.

Pero lo que sí está claro y es de agradecer, es el esfuerzo de todas ellas por dar una solución a una Semana Santa que tiene días complicados debido al crecimiento de muchas hermandades. Lo principal, que no debemos olvidar que es hacer estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral se cumple, lo accesorio, que es todo lo demás, es donde tienen que trabajar las instituciones para dar solución a los problemas que se puedan derivar.