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Lunes Santo en Jerez: Espléndida jornada en la que no hubo que mirar al cielo

El Lunes Santo se desarrolló en Jerez sin ningún contratiempo reseñable ni preocupación por la meteorología. Reinaba un sol de justicia acompañado de algo de frío en la noche.

La primera Cofradía en echarse a las calles fue la de la Candelaria. Desde que se vieran las plumas negras del romano del misterio asomar por el dintel de la puerta, la hermandad recibió el cariño y devoción de su barrio. Tanto en la salida como en la recogida, la plaza donde se encuentra la parroquia de Santa Ana se encontraba a rebosar de público.

La siguiente en echarse a las calle fue la hermandad de la Paz de Fátima. La hermandad torera fue la primera en pasar por palquillo. De nuevo, nos regaló uno de los que es, sin duda, de los mejores momentos de nuestra Semana Santa. Dicho momento estuvo protagonizado por el cuerpo de bomberos y por María Santísima del Refugio, cuando los bomberos ofrecieron una petalá al palio.

Amor y Sacrificio fue la encargada de dotar de recogimiento la jornada. Su característica atmósfera de silencio solo era adulterada por el rezo del rosario por parte de los nazarenos y por el golpear de las horquillas con el suelo. Cabe destacar su paso por San Miguel. Con las luces apagadas y con una saeta resonando en la plaza León XIII, discurrió de manera magistral la Cofradía.

La hermandad de la Viga estaba de estreno. Eo manto liso al que nos tiene acostumbrado Nuestra Señora del Socorro dejó paso a un manto bordado que encajaba a la perfección con el palio. También los faldones han sido estrenados. En cuanto al Santísimo Cristo de la Viga, destaca lo habitual. Un año más, la recogida del Gótico Doliente fue imponente. Una cita a la que muchos cofrades jerezanos no fallan.

La Cofradía de la Sagrada Cena volvió a enamorar a todo aquel que se paraba a observarla. En calle Letrados, el misterio, popularmente conocido como el Castillo, regaló uno de esos momentos que bien pueden valer una Semana Santa. Hay un dicho en esta ciudad, y es que muchos consideran que no hay otro misterio que como ande como el de la Cena. Más allá de ser cierto o no, lo que sí que se puede decir es que después de haber visto lo que allí se vio, es complicado desmentirlo. Pero este año fue el de Santa María de la Paz y Concordia. Tras varias años con problemas de costalería, este año pudo andar como merece. Una alegría para Jerez ver la dulzura con la que ese joyero de plata avanzaba por las calles de la ciudad.