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Jesús Nazareno, protagonista de la Madrugá jerezana

La Madruga en Jerez no se pudo vivir de forma plena. Y es que este año, más que nunca, fue la Noche de Jesús, tal y como se conoce en la localidad jerezana a la Madruga del Viernes Santo. De las cinco Cofradías que tenían previsto realizar Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral, solo la Hermandad de Jesús de Nazareno se echó a las calles.

La primera Cofradía que debía poner su cortejo en la calle era la de la Yedra. Debía hacerlo a las 01:40 horas. Sobre las 02:00 horas, la Junta de Gobierno comunicó que se suspendía la Estación de Penitencia a la Catedral. En su lugar, se rezó el Santo Vía Crucis en la parroquia de Madre de Dios.

Antes, se conocía la noticia de que la hermandad del Santo Crucifijo, que debía salir a las 02:00 horas, decidía no salir. Fue la primera en tomar dicha decisión. Luego, les seguiría la Buena Muerte y las Cinco Llagas. La primera tenía prevista su salida a las 03:30, mientras que las Cinco Llagas debía hacerlo a las 02:15.

El motivo de estas decisiones fue la inestabilidad meteorológica que se preveía bien entrada la Madrugá. Los partes meteorológicos daban entre un 70-80% de probabilidad de lluvia a partir de las 06:00 horas de la mañana aproximadamente.

La Hermandad de Jesús Nazareno decidió echarse a las calles, adelantando media hora su salida. Así, a las 03:00 horas se abrieron las puertas de la capilla de San Juan de Letrán. También se adelantó la recogida dos horas: en vez de las 09:00h, la Cofradía entró al completo en su templo a las 07:00h. Para ello, se recortó el recorrido de vuelta. En vez de pasar por calle Larga, la Cofradía discurrió por Tornería.

En una Madruga distinta, fue Jesús Nazareno quien salió al encuentro de los cofrades jerezanos. El sonido de las horquillas pregonaban que Jesús Nazareno estaba en la calle, regalándonos un año más unas estampas jerezanas y añejas.

El andar de los pasos, tan característico por su forma de cargar, fue este año más ligero de lo normal debido al riesgo de lluvia. El retrasarse no era una opción. Y la Hermandad cumplió rigurosamente con los horarios improvisados al tomar la decision de salir. Destacó el paso de la Cofradía por Tornería, calle con un encanto especial y por el que discurrió la Cofradía para recortar camino.

Precisamente, al principio de esta calle, comenzó a chispear levemente. Este hecho apenas adulteró el procesionar del palio de Traspaso, que dulcemente avanzó entre la estrechez de la calle. Cesó el chispeo hasta la recogida, que volvió a hacer acto de presencia, aunque de forma muy débil. Fue más tarde cuando comenzó a llover de forma notable, ya con la Hermandad en su templo al completo.

Así, fue una Madruga de decisiones complicadas y arriesgadas, y frustrada en gran parte, en la que solo Jesús Nazareno, su Madre del Traspaso y San Juan pisaron la Santa Iglesia Catedral.