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Si hay una tarde que Jerez se vuelve más Jerez que nunca es la del Viernes Santo y más que nunca, a la hora torera, las cinco de la tarde.

El cielo despejado con el que se presentaba la tarde, al filo de la medianoche se convirtió en un frío cielo cubierto que nos dejó un pequeño susto que hizo que la jornada terminase antes de lo previsto.

La Hermandad de las Viñas salía diez minutos antes de lo previsto para poner rumbo a Jerez. Una hermandad a la que le sorprendió la lluvia a la altura del Convento de Santo Domingo donde pudo refugiarse la Hermandad al completo y que volverá el Domingo de Resurrección a las cinco y media de la tarde.

El Loreto, sin embargo, no alteró su recorrido, pero si que se anduvo mucho más rápido en su vuelta para que el chaparrón que cayó no le cayera a la Virgen. Y así fue, una absoluta responsabilidad por parte de la Hermandad y un bonito gesto por parte de la Soledad que se encontraba alterando el recorrido de vuelta y dejó paso a esta cofradía.

La Hermandad de la Soledad en un alarde de responsabilidad, acertadamente, acortó su recorrido para volver cuanto antes a la Porvera, sin prisas, pero tampoco sin pausas ni aspavientos.

Además, está hermandad junto con la de El Cristo, protagonizaron el momento más bonito quizás de la Semana Santa, la Virgen del Valle y la Virgen de la Soledad, la una frente a la otra. Una estampa que, sin duda, sobrecoge. Cuanta belleza junta en una estampa, que ojalá vuelva a repetirse algún que otro año.

Jerez volvió a volcarse con su Cristo cuando a las cinco y media de la tarde, se abrían las puertas -por última vez en la tarde del Viernes Santo- de San Francisco para recibir al Cristo entre una marea de bacalaos y a su Madre del Valle, con su característico palio rojo con todo el sol brillando en el terciopelo del manto colorao -como dijo Antonio Gallardo-.

A esta Hermandad le sorprendió la lluvia cuando aún la Virgen del Valle no había salido de Catedral, por lo que, en vez de coger por su barrio, decidió emprender su regreso a casa por un camino más corto, para volver a casa tranquilos y recogerse con comodidad.

Un apunte: cinco minutos después de recogerse la Virgen del Valle -que hizo ayer de Piedad, cerrando prácticamente los días pasionales- comenzó a caer una enorme tromba de agua. Las cosas de El Cristo.

La Piedad, uno de los palios mas característicos de toda Andalucía, por su calidad y por ser el único que contiene el duelo en él, uno de los epílogos de la noche del Viernes Santo y que ayer no pudo ser puesto que a esta Hermandad le sorprendió la lluvia al llegar a la Catedral y decidió quedarse allí para emprender su regreso mañana Domingo de Resurrección una vez recogida la Hermandad del Resucitado.