La Hermandad de Todos los Santos puso el domingo 5 de noviembre, el broche de oro a sus cultos anuales con la procesión que realizó por la tarde, desde su sede canónica, la parroquia de Omnium Sanctorum.
A las 18,15 horas se abrieron las puertas de la parroquia, tras los rezos en el interior de la misma, comenzando a salir el cortejo en el que figuran representaciones de las hermandades del Carmen Doloroso, Carmen de Calatrava y de los Javieres.
La Virgen lució el manto verde, siendo uno de los 4 que posee para sus salidas y que es una pieza diseñada en 1952 por Juan Pérez Calvo y realizado por las Hermanas de la Caridad de Cádiz. Es una tela bordada en oro a realce y sedas, donado por Pérez Calvo, el encargado del diseño.
Otra de las peculiaridades de esta hermandad son los detalles del paso de la Virgen que cuenta con una peana y crestería del XVIII, de Gabriel Gutiérrez de la Vega, las jarras de Santiago Martínez, los anónimos candelabros que antiguamente pertenecieron a las andas del Nazareno del Valle o el apostolado que posa a los pies de la Reina de Todos los Santos y que se han podido ver en su salida procesional.
Muchísimos feligreses y devotos de la Stma. Virgen acompañaron en todo momento el discurrir de la procesión haciendo dificultoso el andar del paso, al mando de Antonio Santiago, por las bullas que se formaban en la delantera.
Como siempre, la banda del Maestro Tejera puso las notas musicales de la cofradía, magistralmente, con el repertorio adecuado a la procesión
(Fotografías de Rafa Soldado y Victor González/Vídeos de José Alberto Rodríguez y David Valenciano)
