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La Virgen de Consolación en Jerez

Durante esta semana, la comunidad de padres dominicos de Jerez, organiza los cultos a la Virgen de Consolación, copatrona de esta ciudad y que durante muchos años, ha sido una de las grandes olvidadas de la ciudad, devolviéndole esta comunidad durante los últimos años ese protagonismo perdido. Esta imagen, será uno de los principales atractivos del próximo Besamanos Magno en los días 21 y 22 del mes de octubre.

El triduo, tendrá lugar en el Convento de Santo Domingo los días 5,6 y 7, teniendo el día 8, día de la Natividad de la Virgen, función y posterior procesión por la Alameda Cristina, recuperándose así, por segundo año consecutivo esta procesión.

Esta Virgen, tiene tras ella, una devoción de siglos y una historia muy ligada a la ciudad de Jerez:

Cuenta la leyenda que durante el siglo XV, un noble genovés, llamado Doménico Adorno, se encontraba rumbo a España, cuando un enorme huracán arrasó por completo su barco, dejando a este y a toda su tripulación a merced de las olas. Estos se encomendaron a la Virgen, cuando de pronto a lo lejos se avistó un resplandor, tras el cual, las aguas amainaron, Adorno, se acercó al resplandor, encontrándose una pequeña imagen de la Virgen, la cual cogió entre sus brazos y entregó al gobierno del barco, cuando Adorno se fue a dormir, entre sueños, oyó a la Virgen diciéndole:

«Llévame a Xerez, al convento de los frailes predicadores que voy para consuelo de los jerezanos»

Al siguiente día, atracaron en El Puerto de Santa María, desde donde la Virgen tirada por bueyes en una carreta –de ahí que la Virgen en la actualidad en su peana, tenga dos bueyes-.

Al llegar a Jerez, la Virgen fue colocada en la Ermita de Guía, cuando quisieron llevarla al convento de los frailes, los cuales creían que eran los franciscanos, no pudieron moverla, hasta que llegaron los dominicos y pudieron moverla, por lo que la colocaron en la carreta y dejasen que fuera la Virgen quien decidiese su destino, siendo este el Convento de Santo Domingo.

Por este milagro, la Virgen de Consolación, en 1600, fue votada unánimemente como copatrona de la ciudad de Jerez, teniendo esta siglos de devoción y una serie innumerable de milagros atribuidos.