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En 2018 Sevilla vivirá un año verdaderamente extraordinario. La procesión extraordinaria de la Orden de la Merced el 6 de octubre, la Coronación Canónica de la Virgen de la Victoria o la procesión extraordinaria de la Esperanza de Triana serán parte de este año tan especial para la capital hispalense.

Pero, además de las anteriores, podría producirse otro evento de gran magnitud: una Procesión Magna con imágenes letíficas para conmemorar el centenario del monumento a la Inmaculada Concepción en la Plaza del Triunfo, bendecido el 8 de diciembre de 1918. Este monumento fue el cúlmen de la devoción que Sevilla le profesa al Dogma de la Purísima Concepción, siendo la primera ciudad del orbe católico en defenderlo con su propia sangre en 1615, siendo representante de este juramento la Inmaculada Concepción de Castilleja de la Cuesta. El 8 de diciembre 1854 el Papa Pío IX proclamó este Dogma mediante la bula Ineffabilis Deus.

Es por ello un motivo de bastante peso para organizar una procesión extraordinaria de estas características, y así lo ha manifestado la sección de Glorias del Consejo, que ya está trabajando para que sea una realidad. La última Procesión Magna que vivió Sevilla fue el Santo Entierro Grande de 2004, ya que la lluvia impidió el Via Crucis de la Fe en 2013. Las Glorias no tuvieron la oportunidad de participar en ningún acto el Año de la Fe, si bien salió la Virgen de los Reyes en Rosario de la Aurora extraordinario. ¿Podrá Sevilla vivir al fin una Procesión Magna durante el arzobispado de Juan José Asenjo?

(Fotografía Victor González)