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Alrededor de las 9 de la mañana, el periódico decano El Correo de Andalucía, concretamente la sección “Cuerpo de Ciriales”, que dirige el compañero José Gómez Palas, divulgaba a través de su perfil en las redes sociales la noticia que quizás más repercusión ha alcanzado en el día de hoy, al margen de la procesión Magna Mariana que aún se celebra en Cádiz.

La Hermandad de la Milagrosa ha presentado formalmente al Consejo de Hermandades la solicitud para ingresar en la nómina de la Semana Santa, que hoy día cuenta con 60 hermandades. La corporación de Ciudad Jardín, que procesiona actualmente el Sábado de Pasión, se suma a las pretensiones previamente formuladas por la Corona, Pino Montano y la Misión.

Sin embargo, en su solicitud (que la propia Hermandad difundió en sus redes alcanzado el mediodía) expresan el particular deseo de abrir la Carrera Oficial (y la Semana Santa) el Domingo de Ramos, ocupando el lugar que ostenta la Borriquita desde hace casi cincuenta años. Curiosamente, la Hermandad del Salvador ha respaldado las intenciones de  la hermandad de Vísperas, pero aún necesitan el voto afirmativo de dos tercios de las Hermandades del día, por acuerdo previo, según se recoge en el artículo 27 de los estatutos del Consejo aprobados en 2013, para formalizar y validar la inclusión de los hermanos de la Milagrosa en nuestra Semana Santa.

Las reacciones del respetable no tardaron en llegar: hay quienes consideran el ingreso de la Milagrosa como una “ruptura” de la tradición (que aun así data de 1970)  de que los nazarenos blancos sean los primeros en llegar a la Campana. La máxima “A Dios, por el amor”, expresada temblorosamente por la voz blanca de un blanco nazareno, puede verse relegada a un segundo plano, y para cierto sector, se considera transgresor e incluso inaceptable. Hay quienes apuestan primero por solucionar los problemas más acuciantes y actuales de nuestra Semana Santa: la Madrugá, los retrasos del Martes Santo… incluso del Domingo de Ramos, que ya de por sí acumula varios minutos al fin de la jornada.

En la última década, han sido tres las hermandades que han visto alcanzado el sueño de llegar a la Catedral: el Sol (2010), Polígono de San Pablo (2008) y el Carmen Doloroso (2007). Todas, como ven, hermandades jóvenes, al igual que la Milagrosa, que recordemos, es Hermandad de Penitencia desde 2016. Sus orígenes los encontramos en el año 1998, cuando germina la idea de rescatar el culto a una Virgen del Rosario donada a la parroquia donde hoy día residen en la década de los 60. El grupo parroquial, entrado el siglo XXI, se convierte en agrupación de fieles, y en 2008 adquieren del taller de Navarro Arteaga la imagen del Señor de la Esperanza, de una belleza delicadísima y que procesiona en un paso de dimensiones gigantescas. En él, se representa el momento en el que Jesús es apresado en Getsemaní por la guardia judía, tras cruzar el Puente del Cedrón.

Ahora el Consejo que preside Joaquín Sáinz de la Maza debe ponerse manos a la obra y considerar seriamente la propuesta de la cofradía de Ciudad Jardín. Quién sabe cuál será la primera Cruz de Guía que veamos aparecer por el Duque el próximo Domingo de Ramos.

(Fotografía Eduardo Suárez)