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Último fin de semana de Cuaresma según Sevilla

Así fue el último fin de semana de la Cuaresma en Sevilla.

Una semana. Siete días. Eso es lo que queda para que el domingo que viene Sevilla entre en su semana más mágica.

Las calles ya huelen a azahar e incienso, en las hermandades se aumentan las pulsaciones, subidas de imágenes a los pasos previas mudás de los mismos al templo, casas atestadas de túnicas de nazarenos en las que reposan las ilusiones de miles de sevillanos que en unos días volverán a vivir una semana de ilusión, promesas, emoción, etc.

A solo una semana ayer se nos fue el último fin de semana de una cuaresma que ya pasará a la historia en el momento en el que el próximo viernes nos veamos ya metidos de lleno en las hermandades de vísperas, seña de que la semana grande ya está aquí.

Pero antes del viernes de Dolores este fin de semana hemos podido disfrutar de tres días cargados de besamanos, besapiés, vía-crucis y salidas que nos preparan para lo que se viene.

El viernes 31 de marzo amanecimos con el magnífico altar de culto de la Virgen del Valle, sublime como siempre. Sin embargo lo más destaca del viernes fue la salida extraordinaria del Cautivo de San Ildefonso, que por primera vez salió a realizar su vía-crucis por las calles de la feligresía, procesionando en el paso de San Juan Bosco y acompañado por la escolanía de María Auxiliadora de la Trinidad.

De un cautivo a otro y es que un año más el Cautivo de Santa Genoveva fue acompañado por su barrio en el ya famoso y tradicional vía-crucis de la hermandad del Tiro de Línea. Otro vía-crucis clásico fue el de la Hermandad de la Paz, cuyo titular, Nuestro Padre Jesús de la Victoria, recorrió las calles del Porvenir, vaticinando que en una semana la hermandad de dicho barrio volverá a abrir la semana grande sevillana.

Otro de los actos reseñables no solo del viernes sino de todo el fin de semana fue la magnífica y única exposición en la iglesia conventual del Santo Ángel. En esta hemos podido disfrutar de tres obras sublimes como son el Cristo de la Agonía de Vergara tallado por Juan de Mesa. Un cristo recién restaurado que junto con el Cristo del Seminario Mayor de Granada, obra de Pablo de Rojas, y el Cristo de los Desamparados del discípulo de Pablo de Rojas, Martínez Montañés. Estos tres crucificados han hecho las delicias de aquellos que se han dado cita para rendir culto y contemplar ese triple calvario que difícilmente podamos volver a ver.

Tanto sábado como domingo hemos podido disfrutar de múltiples besamanos y besapiés, tales como el del Cristo de la Sed, besamanos y besapiés del Museo, Montserrat, Buen Fin y Santo Entierro. También destaca el besamanos de la Virgen de la Aurora, la Virgen del Carmen, besapiés del Cristo de Burgos (imagen que presidió el vía-crucis de su hermandad en la tarde del sábado), besamanos de la Virgen del Patrocinio o la Virgen de Loreto entre otros.

No solo hubo cultos internos. El sábado fue un día plagado de vía-crucis al igual que el viernes. El Cristo de la Redención salió por las calles de su barrio, sobre las andas con faroles y ataviado con una túnica morada lisa y mantolín del mismo color bordado. El Cristo de Burgos, como se ha comentado anteriormente, también salió en vía-crucis, siendo el momento más emotivo del mismo la llegada de la imagen sagrada al convento del Espíritu Santo. Un vía-crucis con sabor añejo, sin cortejo y sin andas, los hermanos portaban la imagen del Cristo de Burgos desde la misma cruz, haciéndonos disfrutar de una de las imágenes más antiguas de la Semana Santa sevillana.

No fue el único crucificado que tuvo su vía-crucis en la tarde del sábado y es que la Hermandad de los Panaderos realizó este acto externo en la tarde del sábado. Cruzando el río, en los Remedios, Nuestro Padre Jesús atado a la columna también salió por las calles de su barrio para el rezo de las catorce estaciones del vía-crucis.

Uno de los momentos claves e importantes de la tarde del sábado fue la salida bajo palio por primera vez de la Virgen de la Caridad de Santa Aurelia, con el acompañamiento musical de la Banda del Maestro Tejera.

En la mañana del domingo pudimos disfrutar del pregón de Alberto García Reyes quien ha firmado un pregón brillante que nos mete de lleno en la semana de pasión. Siguiendo la tradición la tarde del domingo fue un hervidero de gente en el centro, muchísima gente visitando iglesias y haciendo boca para lo que viene. Buena prueba de ello fue el vía-crucis de Jesús Despojado que, arropado por una gran multitud de personas, realizó el rezo de las catorce estaciones por las calles de su feligresía.

Un fin de semana cargado de actos, cultos y salidas que dejan a la ciudad a la espera de que lleguen los días más mágicos del año en la ciudad hispalense. Solo nos queda soñar con lo que vendrá y el recuerdo de una Cuaresma 2017 que nos ha dejado momentos para el recuerdo y momentos que nos hacen recordar y es que en una semana volveremos a ser niños en la ciudad eterna. A la gloria.

 

(Fotografía Victor González)