El monumento al costalero se instalará finalmente en la Plaza de San Marcos, según ha confirmado el delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera. El vecindario, así como las cuatro hermandades de la zona, han promovido esta iniciativa, quedando despejada la incertudumble que hasta ahora habia entorno al lugar donde iriá este monumento.
El grupo escultórico se compone de dos costaleros y un capataz, concebidos y modelados a tamaño natural por el artista de Morón, Manuel Martín Nieto.
El monumento ira en un pedestal cuadrangular, circundado por un pequeño escalón a modo de arriate con seto a modo de separación y protección del conjunto. Se pretende así buscar la armonía con el entorno y con el objeto de que el monumento quede ligado a las tradiciones y el clasicismo.
Es un conjunto de los denominados costumbristas, en una conversación preparatoria antes de iniciar la estación de penitencia y meterse bajo las trabajaderas; escena típica y normal que refleja una reunión previa antes de la salida, tanto costaleros como capataces donde el capataz(como en este caso) se dirige a sus hombres para indicarles el relevo, hablado a pie de calle, indicando donde el costalero entra y sale durante todo el recorrido.
En un primer plano veremos al capataz, trajeado como es costumbre de negro, mirando a uno de sus costaleros, mientras indica con su dedo índice cual son sus relevos. El capataz tendrá todo lujo de detalles, se observarán esos aspectos que tienen un traje de chaqueta negro, corbata negra y camisa blanca, la americana abierta por atrás. Al ser el monumento en bronce se diferenciará el traje de la camisa con distintos y suaves patinas para que el color del monumento no sea uniforme y así poder resaltar el modelado; los zapatos igualmente irán detallados hasta la última arruga que pueda tener un calzado de vestir.
En el traje podremos observar todos los pliegues que pueden tener este tipo de prenda y como se ajusta a lo que buscamos y a mi estilo de trabajo, que es arte figurativo, se verán con todo lujo de detalles todo el personaje, en este caso el capataz, cuya figura será de 176 aproximadamente. El alto relieve que acompaña, con la esquina de un paso es obra de Francisco Verdugo.
En cuanto a los costaleros son dos los representados:
El primero que está justo en frente del capataz, será de 1m 80cms de altura aproximadamente. Este señor esta de brazos cruzados escuchando atentamente lo que su capataz le está explicando, que no es más que sus relevos, aparece en una actitud relajada pero a la vez muy atento a lo que le explican. La figura de este costalero irá revestida con todos los detalles y distintos utensilios que se precisan para meterse bajo un paso: costal, faja, zapatillas, pantalón, camisa abierta en el pecho y mangas remangadas, en la parte baja del pantalón también tiene un par de vueltas remangadas para cuando rachee los pies nunca llegue arrastrarle el pantalón.
El segundo costalero será el más alto de 1m 95 cms aproximadamente, por dos sencillas razones, la primera es la perspectiva, pues aparecerá en un plano más alejado y por lo tanto debe ser más alto y en segundo lugar para representar tanto a costaleros más bajos como mas altos como sucede en las cuadrillas de costaleros.
Este costalero aparece en una pose muy normal entre los hombres que van bajo los pasos momentos antes de meterse en las trabajaderas que no es otra que levantar los brazos y estirar la parte más larga del costal, la que descansa en las cervicales, para que la tela no deje arrugas y al mismo tiempo se acomode bien la morcilla que va dentro de la tela y el saco.
Igualmente como en los dos casos anteriores, este segundo costalero contará con todos los detalles y uniformidad de los costaleros de antes, de los primeros costaleros, como de los actuales, así tanto generaciones pasadas, actuales y venideras se identifiquen con el monumento y por supuesto todo el público de Sevilla y visitantes que se paren a observar este conjunto escultórico.
Las figuras y la placa del pedestal cuadrangular estarán realizadas en bronce, patinado en un tono cálido, terroso ,en ningún caso demasiado oscuros ni tendentes al negro, que se integre bien en el entorno, presidido en su mayoría por edificios realizados en ladrillo visto, caso del antiguo Coliseo.
El granito que recubriría el pedestal iría con un acabado mate, abujardado, buscando un cierto toque de modernidad, con un tono grisáceo que entone bien con el color cálido del acabado en bronce, buscando siempre también tonos suaves y cálidos, que empasten bien y se integren en el entorno monumental en el que se ubicaría el monumento.
A continuación podemos disfrutar al detalle de este grupo escultórico en el reportaje realizado por Jorge Cabrera.
