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Segundo domingo de cuaresma en Jerez

El pasado segundo domingo de Cuaresma pudimos disfrutar de una maravillosa jornada cofrade en la que se celebraron numerosos besamanos y besapies en los templos de nuestra ciudad.

En el centro se concentraron la mayoría de ellos. En el templo de San Juan de Letrán se encontraba de besamanos a Nuestra Madre y Señora del Traspaso. Uno de los momentos más destacables de la Cuaresma es el cante de saetas a esta dolorosa y al Nazareno. En el barrio céntrico de la Albarizuela, nos encontrábamos con el besamanos a María Santísima de la Paz en su Mayor Aflicción. En el barrio de San Pedro, era Nuestra Señora del Loreto en su Soledad la que se encontraba en besamanos. En el convento de Capuchinos, se celebró el besamanos a Nuestra Señora Reina de los Ángeles. La hermandad de la Buena Muerte celebró en el barrio de Santiago el besamanos a Nuestra Señora del Dulce Nombre y el besapies al Santísimo Cristo de la Buena Muerte. Se trata de un año especial porque es la primera Cuaresma que celebran los cultos a sus titulares en Santiago tras once años de restauración de este templo.  Por último, en la Santa Iglesia Catedral, se celebraron los besamanos a Nuestra Señora del Socorro, de la hdad. de La Viga, y a Nuestra Señora de la Luz, de la hdad. de la Sagrada Resurrección.

Por otra parte, en los barrios no céntricos de nuestra ciudad pudimos disfrutar de un gran número de besamanos también. En la ermita de Guía, se encontraba en besamanos María Santísima del Perpetuo Socorro. En la parroquia de Fátima, la hermandad de la Paz celebró el besamanos a María Santísima Refugio de los Pecadores y el besamanos a Nuestro Padre Jesús de la Paz. En el barrio de Picadueñas, en su parroquia del Corpus Christi, era María Santísima del Silencio la que se encontraba en besamanos. María Santísima del Amparo se encontraba de besamanos en su parroquia de San Juan Grande y Nuestra Señora de la Candelaria. En la parroquia de San Benito, era el Santísimo Cristo de la Clemencia el que estuvo expuesto en besamanos. Y por último, en la parroquia del Perpetuo Socorro, fue el Santísimo Cristo de la Salvación el que se encontraba de besamanos.