Blog

Salud por el Amor a Cristo

Como si se tratara de un fénix que renace de sus propias cenizas, esta túnica de amor y devoción hacia el Señor de la Salud. Nos han podido trasladar hasta aquella época en la que la primitiva imagen del Cristo de los Gitanos, obra de José Montes de Oca, la cual se quemó junto a la túnica en el incendio de San Román del año 36. El Señor portaba la túnica en la que se han inspirado para recrear esta magnífica obra de arte.

Ese grupo de Hermanos y Devotos, en mayúsculas, los que quieren lo mejor para el Señor, han regalado al Cristo de la Salud esta hermosa túnica. Ellos mismos han sufragado los gastos de confección de esta prenda. Realizada en taller de Sucesores de Elena Caro y bordada en hilo de oro sobre terciopelo morado. Se expone en estos días en el Mercantil junto a más piezas del patrimonio bordado de esta hermandad, en la llamada “Puntadas para la Memoria”.

Esta túnica está bordada en su totalidad en hilo de oro siguiendo un dibujo de cardos; el oro se utiliza para mostrar en las imágenes el carácter de divinidad de la figura a la que representa. Además los cardos simbolizan el dolor y sufrimiento que padeció Jesús en los momentos de su Pasión. Atributos que glorifican y dignifican a la imagen, y que resulta contradictorio eliminar por las modas del momento. Antaño se vestían a las imágenes con sus mejores galas, o sea, siempre con túnicas bordadas. Una tradición que se perdió a inicios del siglo pasado con la absurda moda de las túnicas lisas.

Regalar una pieza de esta envergadura en los tiempos que corren no es fácil, seguro que será de los bienes más preciados para esta hermandad y que es deseo de no solo los hermanos que la han donado, además de un gran colectivo de cofrades el vérsela puesta la próxima Madrugá.

 

(Fotografía Victor González)