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Miguel Ángel Gálvez

Miguel Ángel Gálvez es un joven artista que nos llega desde Málaga, enamorado de la música, forma parte de la Banda de Cornetas y Tambores Esencia de Sevilla.
Su formación artística comienza en la escuela de artes y diseño San Telmo de su ciudad natal a partir de 1995 en la especialidad de talla en madera, siendo Suso de Marcos su profesor, un gran escultor y maestro al que siempre ha admirado.

A pesar de su juventud ha trabajado en varios talleres realizando diseños y modelos en barro para su posterior fundición, de los cuales destacan las piezas realizada para los faroles del Nazareno de Viñeros de Málaga.
Posteriormente comienza a realizar encargos de retratos en acuarelas y en 2015 ingresa en el grado de conservación y restauración de bienes culturales de la facultad de Bellas Artes de Sevilla.

Miguel Ángel nos habla de cofradías, sin duda se le llena la boca, forma parte de una familia muy cofrade. Sus primeros recuerdos son de la mañana del Domingo de Ramos, ya que todos en casa son de la Cofradía de la Pollinica y recuerda a sus hermanos preparándose para ir a sacar los tronos y a su padre ayudándole a ponerse la túnica. Ahora esos recuerdos los revive en casa con sus sobrinos que continúan con la tradición.
Siempre con el corazón divido, en un lado el Santísimo Cristo de la Redención de Málaga y al otro lado el Señor del Gran Poder.

Este año está siendo muy especial para Miguel Ángel, ha realizado su primer cartel para la cofradía de la Estrella de Málaga pintando a su imagen cristífera, el señor de la Humillación en una acuarela de gran formato. Y ha sido el autor del cartel de su Banda Esencia, realizado para conmemorar su X Aniversario. Un cartel lleno de sevillanía que es una auténtica obra de arte.

Pero si nos vamos un poco atrás en el tiempo, su primer encargo le llega con 20 años y fue un relieve tallado en madera de cedro con el tema de la natividad para el trono del Santísimo Cristo de la Vera Cruz de las Cofradías Fusionadas y poco después realiza su primer diseño que fue una diadema para la virgen del Santo Sudario, cotitular de su hermandad del Descendimiento de Málaga. Sin duda son obras a las que le tiene un especial cariño.
Miguel Ángel se encuentro cómodo con cualquier técnica, «ya que lo importante es sentirse a gusto con la obra que estas realizando». Y es que la técnica es sólo un medio para representarla y hay que adaptarla a las necesidades de cada obra.

Si hablamos de referentes artísticos, lo tiene claro, a nivel cofrade Juan Manuel Miñarro, el diseñador malagueño Juan Casielles y el gran Ortega Bru. A nivel general son muchas las corrientes artísticas que le influyen de una manera u otra, pasando desde los grandes maestros del Renacimiento, la pintura flamenca, la escultura y pintura barroca hasta el movimiento impresionista. Y como pintor más actual siente pasión por la pintura de Félix Revello de Toro.

A Miguel  Ángel lo que más le inspira es cogerse una libreta e irse a dibujar una esquina de la ciudad, pero lo que si tiene claro es que la inspiración siempre llega trabajando día a día. «Cada encargo es distinto, una nueva investigación y siempre procuro estudiar al máximo las posibilidades con las que puedo desarrollar la obra». A partir de ahí elabora los bocetos y luego trabajar, trabajar, trabajar…

Llega a Esencia por  amistad con su director,  Enrique León,  un gran conocedor de las obras de Alberto Escámez y Pascual Zueco Ramos. Largas eran las charlas que compartían sobre las cosas de la vida….. En 2012 la banda de cornetas y tambores de Fusionadas, la cual dirigía en aquel momento, no salió en Semana Santa por distintos motivos internos y externos, y Enrique le invitó a participar el Miércoles Santo en la Hermandad de las Siete Palabras. Desde ese momento sabia cual iba a ser su banda.

Y es que la música cofrade ha sido el sentido de su vida, desde la infancia ha tocado la corneta, ha compuesto marchas procesionales y ha dirigido varias bandas en Málaga y provincia, aunque en estos momentos está pasando a segundo plano ya que se está centrando más en su producción artísticas y sobre todo poder concluir el grado de conservación y restauración para dedicarse a ello.