Cuento de los Pastores y el Niño
Caminito del Belén,
Siempre tres los pastorcillos,
Llevan humildes presentes,
Al mejor de los nacidos.
Cuál ha sido su sorpresa,
Que no han llegado al portal,
Desviaron su camino,
¡Otro año les pasa igual!
Sin rumbo y sin posada,
Pronto descubren el lienzo
Portentoso que presenta,
El marco de San Lorenzo.
Una luz se está escapando,
Juguetona e infantil,
Envuelve a los hombrecillos,
Y al bronce del aprendiz
Se aproximan en silencio,
¡Ni se atreven a respirar!
Asoman sus ojos negros,
Y se oye a un niño llorar
Se miran y se sonríen,
Llenos de felicidad,
Rebuscan en su zurrón,
Los regalos de Navidad
El uno lleva la leche,
Y el otro un poquito de miel,
Mazapán le trajo el último,
Y palabra de siervo fiel
El tercero, algo más joven,
Se ha sentado junto a Él,
Y contando las estrellas,
Se asombra de su Poder
Dormido ya el chiquillo,
Susurra a sus compañeros,
Aquí tenéis al Mesías,
Señor del mundo y del cielo
¡Qué envidia, pastores míos
De esta guapa mujercilla!
Quiso Dios el Salvador,
Tener su cuna en Sevilla.
(Fotografía José Campaña)