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El Señor que vino de Cádiz

Hoy se cumplen 25 años desde que Nuestro Padre Jesús del Silencio en el Desprecio de Herodes comenzara a recibir culto en la ciudad de Córdoba tras llegar de tierras gaditanas, donde se vieron truncadas las ilusiones de tener una nueva cofradía presidida por la imagen de Ortega Bru.

Nos remontamos a los años ochenta, cuando un grupo de cofrades se organizan en Cádiz en la Parroquia de San Lorenzo, con la idea de crear una nueva cofradía de penitencia. Para ello eligen la advocación de Jesús del Silencio ante la humillación del Rey Herodes, encargando en 1982 la imagen al afamado imaginero gaditano de San Roque, Luis Ortega Brú.

Una vez que la imagen llega a la casa de hermandad de la Asociación de Fieles, las visitas de los devotos se suceden sin parar, de manera que se extiende cada vez más la devoción al Señor del Silencio. Es cuando el párroco de San Antonio ofrece a la asociación establecerse en la parroquia e iniciar los trámites para bendecir a la imagen.

Y así fue, ya establecida en la Parroquia de San Antonio se inician los cultos y el via crucis cada Viernes de Dolores. Así mismo se inicia el camino hacia hermandad de gloria, como germen de una futura hermandad de penitencia.

Todo parecía ir por buen camino pero en 1987 con el cambio de párroco se inicia el declive del grupo. La falta de entendimiento y la exigencia de que la imagen del Señor fuera donada a la parroquia originaron el derrumbe del sueño de estos cofrades que si no cedían se verían obligados a sacarla de la parroquia.

Es la época en la que desde el Obispado se establece que no se podían realizar vía crucis en el exterior de los templos a no ser que fuera con imágenes de crucificados. Rompiendo de esta manera con uno de los actos más multitudinarios que vivían los devotos del Señor del Silencio cada Viernes de Dolores.

Pero lo que rompió toda posibilidad de seguir creciendo fue la prohibición por parte del Obispado de crear nuevas cofradías en la diócesis.

Es cuando aparece la figura de Fray Ricardo de Córdoba, que conocedor de esta situación, pone en contacto al grupo de devotos con la Hermandad del Amor de la capital califal. Así, tras muchas conversaciones, en septiembre de 1991 se logra el acuerdo por parte de ambas diócesis de trasladar a la imagen del Señor para establecerse en la hermandad cordobesa.

Es el 25 de septiembre cuando sale de la ciudad de Cádiz, y mientras se resolvía el expediente de acogida por parte del Obispo de Córdoba, por entonces Don José Antonio Infante, el Señor del Silencio fue depositado en la sede la de Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba.

El 16 de noviembre de 1991, el Señor del Silencio es trasladado en vía-crucis a su nueva sede canónica, la Parroquia de Jesús Divino Obrero.

Ya en la Semana Santa del año 1992, realiza su primera salida procesional con la Hermandad del Amor,  siendo acompañado entonces por muchos gaditanos que se desplazan en la jornada del Domingo de Ramos hasta Córdoba.

Primera salida que resultó accidentada, como recoge la fotografía de este reportaje. A su paso por la calle San Fernando, el Señor sufrió un percance en su pie, teniendo que refugirse en el compás de San Francisco, y posteriormente en la parroquia del mismo nombre, donde la hermandad del Huerto estaba a punto de realizar su salida.