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Y Triana se emocionó con su Virgen de la O

Eran las 10 menos cuarto de la mañana. Monseñor Juan José Asenjo Pelegrina llegaba a la segunda Parroquia de Triana para celebrar una misa de acción de gracias por el 450 aniversario de las primeras reglas de la Hermandad de la O. El templo estaba engalanado con mucho gusto y abarrotado de fieles. Y así es como empezó una jornada histórica en Triana.

A las cuatro de la tarde ya había personas esperando en los alrededores de la Parroquia de la O para presenciar la salida de la dolorosa trianera. Durante esas dos horas de espera no paraban de llegar representaciones de Hermandades, hermanos y músicos, poniendo aún más nerviosos si cabe a los allí presentes. A escasos diez minutos de las seis de la tarde, la elegante Banda del Sôl iniciaba un pasacalles desde la Plaza del Altozano para abrir paso a la Cofradía. Eran las 18:00 horas del sábado 29 de octubre de 2016. Las puertas de la Parroquia de la O se abrían con una cruz de guía bajo el dintel, pero esta vez no era Viernes Santo. En este momento los cofrades no pudieron contenerse y rompieron en un aplauso. Comenzaban a salir niños con cirios, los niños de la O, y sus mayores detrás. Precisamente de niños era la mirada que tenían todos los hermanos en esos días, llenos de ilusión. Tras ellos, una treintena de representaciones llenaban la calle Castilla de bacalaos, las cuales esperaban ser fotografiadas una a una antes de partir hacia Santa Ana. Y le tocaba el turno a los hermanos más antiguos, alguno de ellos incluso pudo conocer a la antigua dolorosa o el atropello sufrido en 1943 por parte de un tranvía. Pasaban las seis y media de la tarde y llegaba el bacalao de la corporación del Viernes Santo al dintel del templo, y lo seguían los hermanos mayores de todas las Hermandades acompañantes.

Siete menos veinte de la tarde. Se levantaba el palio de María Santísima de la O en el interior de la Parroquia a los sones de «Aquella Virgen» por el Carmen de Salteras, dedicada a la antigua dolorosa, mientras se volvía hacia Jesús Sacramentado y a Jesús Nazareno. Aproximadamente a las siete menos cuarto, el palio se situaba bajo el dintel, y comenzaba a salir mandado por los Ariza. Hubo un pequeño incidente, y fue el choque de un varal con la puerta, el cual no trascendió a mayores. Sonaba el Himno de España, María Santísima de la O estaba en la calle recibida por centenares de aplausos. Como antaño, la O volvía a Santa Ana a sones de marchas como «María Santísima de la O», «Y en Triana la O», «Madre Hiniesta», «Virgen de la Paz» o «Triana, tu Esperanza». Pasaba por una Plaza del Altozano que la vio coronarse en la que no cabía ni un alfiler, y se adentraba en Pureza recibida por guirnaldas de flores de papel y petalada. Llegaba a la Capilla de los Marineros con «Triana de Esperanza», mientras los devotos cantaban la Salve, y se puso frente a la Esperanza bajo una gran petalá, la cual saldrá también a las calles de Triana el próximo 19 de noviembre. Se volvía a levantar el palio a sones de «Triana, tu Esperanza» y puso rumbo a la Catedral trianera. Sobre las nueve y veinte de la tarde, con puntualidad, llegaba la O a casa de la Señá Santa Ana a sones de Corpus Christi. Posteriormente, se volvió hacia la Plazuela de Santa Ana y dando paso atrás, se arrió en la reja del templo. En un vano intento por meter al palio dentro, los candelabros de cola no lo permitían, y se desprendió una tulipa. Allí tuvo lugar un acto litúrgico en el que se leyeron las lecturas, el salmo y el evangelio.

Tras este homenaje, la Virgen de la O iniciaba su vuelta a casa, mucho más lenta que en la ida. Pelay Correa, Santísimo Cristo de las Tres Caídas y Pagés del Corro presenciaron momentos magníficos con Ella. Y llegó el turno de San Jacinto. Con «Virgen de la Estrella» llegaba el palio a la capilla de la Hermandad del Domingo de Ramos, y se puso frente a la Dolorosa, la cual estaba en el altar de la función conmemorativa del XVII aniversario de su coronación canónica. Con Estrella Sublime se despedía María Santísima de la O de la Virgen de la Estrella, tras nueve años sin verse. Previsiblemente en 2018 volverán a encontrarse debido a las obras en la capilla de la Estrella. Y siguió por una impresionante calle Alfarería. El cambio horario le cogió en Procurador, donde fue recibida por la Hermandad de la Hiniesta con adornos y una petalá. A las 2 y media de la mañana llegó a su Parroquia, con dos horas de retraso, cerrando así un año para el recuerdo en la Hermandad de la O.

 

(Fotografía Carlos Rojas)