Nos acercamos a la céntrica calle Cónde de Cárdenas de la ciudad de Córdoba. Allí se encuentra el estudio de Miguel Ángel Valenzuela, un joven artista que empezó en esto de la pintura casi por casualidad, aunque desde que tiene memoria está pintando.
Con el paso del tiempo empezó a hacerlo de forma profesional, es algo que ha ido surgiendo solo. De un trabajo salía otro y lo que en principio fue un divertimento se acaba convirtiendo en profesión. Hoy en día recibe encargos de toda Andalucía, desde Córdoba y su provincia hasta Guadix o Sevilla. Aunque las artes decorativas es el trabajo que realmente desarrolla en la actualidad.
Rodeado de obras de arte y decoración, elementos de pintura…así se puede encontrar uno en el santuario de trabajo de Miguel Ángel.
Y mientras, hablamos de referentes artísticos. Para él son variados, como buen amante del arte, le gusta prácticamente todos los estilos y manifestaciones artísticas que ha habido a lo largo de la historia y en la actualidad. No solo la pintura, a Miguel Ángel puede llegar a inspirarle de igual forma la escultura la música o por qué no, la escritura. Pero sin duda donde más se identifica es con la pintura barroca, el siglo de Oro.
Pero hablemos de cartelería cofrade, algo que Miguel Ángel conoce bastante bien, es autor de numerosos de ellos. Un mundo donde piensa que no falta de nada a día de hoy, «hay nuevas corrientes que aportan también nuevas visiones y conceptos a la cartelería cofrade»
Y en cuanto a técnicas, también las hay nuevas, nos comenta. «Hay de todo, desde carteles más clásicos y también modernos, en general pienso que hay muy buen nivel y muy buenos cartelistas».
Nos preguntamos cómo trabaja a la hora de afrontar un cartel. El proceso se repite casi automático, lluvia de ideas, garabatos y bocetos. «Luego boceto definitivo, aunque sólo en el caso de las acuarelas el dibujo lo tengo más o menos claro«.
En el caso de que el cartel sea en óleo deja una buena parte a la improvisación, a lo que le vaya pidiendo la obra en su desarrollo.
Si hubiera que definir su estilo, Miguel Ángel nos habla de «realista, muy dibujado y con colorido, destacando los tonos amarillos y rosas en las acuarelas y los azules índigo en los óleos».
De todos los carteles que ha realizado sin duda se quedaría con el de la Madrugá de Villa del Río de 2012. Con él pudo disfrutar y saborearlo al máximo. Si hablamos de arte sacro, Miguel Ángel lo tiene claro, se quedaría con el retablo de tres metros de Santa Teresa de Calcuta para la Iglesia de San Miguel de Guadix.
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En las artes decorativas, se queda con los trabajos de artesonados pintados y dorados de estilo arabesco que realizó en un palacete particular.
Un artista con mayúscula, de los que nos gusta visitar y comprobar la profesionalidad y el buen hacer de su trabajo.
