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¿El Ángel Custodio, nos podrá Salvar?

San Rafael es el Custodio de Córdoba desde que protegió a la ciudad de una epidemia de peste. Tras varias apariciones al Padre Roelas, en la madrugada del 7 de mayo de 1578, le dijo al sacerdote: “Yo te juro, por Jesucristo Crucificado, que soy Rafael, ángel a quien Dios tiene puesto por guarda de esta ciudad”. Al poco tiempo dejaron de morir personas en Córdoba a causa de la epidemia.

Otro milagro atribuido al Arcángel es la intervención en el hallazgo de las reliquias de los Santos Mártires cordobeses cuya urna se conserva en la Basílica Menor de San Pedro de la capital. En unas obras de restauración en noviembre de 1575 se descubren las reliquias de un grupo numerosísimo de mártires de las persecuciones romanas y mozárabes, agrupadas en una «fosa común». Según el testimonio del P. Roelas, el mismo Arcángel San Rafael autentificó esas reliquias afirmando el origen martirial de los restos encontrados. Posteriormente el Concilio Provincial de Toledo del 22 de enero de 1583 declararon auténticos esos mismos restos.

Pero, nuestro Ángel Custodio, tiene un problema mayor. Se enfrenta a un reto que no ha tenido nunca y es el de la persecución religiosa a los devotos seguidores de las enseñanzas de Cristo.

En Córdoba y en otras ciudades de España, se persigue de muchas maneras a los seguidores de Jesús y todas sus obras, queriendo acabar con algo tan importante, para las personas como es el creer en el amor y en el hacer el bien a los demás. Pero esta nueva variante de epidemia, es nueva para el Custodio, nunca, pero nuca, se ha enfrentado contra los envites de los que no se conforman con retirar fondos, a las asociaciones cristianas para ayudar a los demás, o el quitar el nombre de una fiesta cristiana a la Ciudad, no, quieren ahondar y sepultar la creencia y la fe, quieren mal herir y profanar diariamente el nombre y los actos cristianos.

Esta epidemia, es muy dañina, viene como una ola de un tsunami, queriendo destruir y no sabemos si nuestro Ángel Custodio podrá defendernos de tanto mal.