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Entrevista al Obispo de Córdoba

Don Demetrio Fernández es natural de Puente del Arzobispo en Toledo. Nació en el seno de una familia cristiana y sintió la llamada de Dios al sacerdocio desde muy joven. Estudió en los seminarios de Talavera de la Reina (Toledo), Toledo y Palencia. Es maestro de Enseñanza Primaria (1969).  Es licenciado en Teología Dogmática por la Pontificia Universidad Gregoriana. Estudió Derecho Canónico en Roma y Salamanca y es Doctor en Teología por la Pontificia Universidad Salesiana de Roma con el tema: “Cristocentrismo de Juan Pablo II”.  Recibió la ordenación sacerdotal el 22 de diciembre de 1974 en Toledo y desde el año 2010 es Obispo de la Diócesis de Córdoba.

Hoy se acerca a Cinturón de Esparto y desde estas líneas le agradecemos el cariño demostrado al hacer esta entrevista.

 

¿Qué destacaría de su tiempo al frente de la Diócesis de Córdoba?

Córdoba es una diócesis muy viva eclesialmente. Abundante número de seglares comprometidos, sacerdotes suficientes para atender tantas parroquias. Vocaciones, seminaristas, sacerdotes del futuro. Todo ello he podido palparlo de cerca en la Visita pastoral a todas las parroquias de toda la diócesis. He recorrido hasta el último rincón, he celebrado la Eucaristía en todos los altares, me he reunido con todos los grupos de todas las parroquias, también con las cofradías a pie de parroquia. Es una diócesis preciosa, en la que me siento muy a gusto.

¿Cómo se está viviendo el Año Jubilar de la Misericordia en la Diócesis?

Siguiendo las orientaciones del Papa Francisco, acogiendo la misericordia de Dios en nuestros corazones y ejercitándonos en las obras de misericordia corporales y espirituales. En todas las parroquias hay actividades extraordinarias, peregrinaciones, actos jubilares. Vamos a Roma en octubre. Y queremos dejar alguna obra importante de misericordia como recuerdo de este Año especial de la misericordia.

¿Cómo valora la presencia de las cofradías en la sociedad cordobesa?

Las Cofradías en Córdoba tienen un peso grande. Reúnen a un buen número de cofrades, que son ciudadanos de pleno derecho. Las Cofradías aportan a la sociedad lo que mejor que ellas tienen: el sentido de Dios para una sociedad que necesita esa presencia, el amor a Jesucristo en sus distintos misterios y a su Santísima Madre. Las Cofradías son una escuela de comunión eclesial, de formación permanente, de testimonio cristiano.

¿Es la formación de los miembros de las cofradías y de sus juntas la asignatura pendiente, o se va por buen camino?

Percibo que las Cofradías van descubriendo cada vez más la gran importancia de la formación de sus miembros. Uno es cofrade porque se ha encontrado con Jesucristo, y se conmueve al ver a sus titulares, sobre todo en sus estaciones de penitencia. Pero eso hay que cuidarlo, alimentarlo, hacer que empape el corazón y la mente. El cofrade tiene que saber dar razón de su esperanza, de por qué cree, qué razones hay para actuar así, etc. Tiene que formarse en grupos de estudio, de catequesis, etc. para poder ser testigo de aquello que cree.

¿Cuál es el verdadero peligro en las cofradías?

Las cofradías padecen los mismos defectos que tiene el corazón humano en cualquier otro campo de la vida. Y por tanto, un gran peligro es el protagonismo personal, robando a sus titulares lo que sólo a ellos se les debe. Es decir, en vez de servir a la Cofradía, servirme de ella para mi prestigio personal. Otro peligro es la rivalidad de unos con otros. Todos los peligros se reducen a uno: no ir al fondo. Un corazón cofrade vibra con su Cofradía, pero sabe de dónde le viene esa vibración: de su amor al Señor y a María Santísima. Lo que no brote de aquí, puede arruinar la cofradía.

¿Satisfecho por el discurrir de las cofradías por la Santa Iglesia Catedral la pasada Semana Santa? ¿Se conseguirá que sea Carrera Oficial algún día?

El paso de las Cofradías por la Santa Iglesia Catedral es su recorrido natural, es el templo madre de toda la diócesis de Córdoba. Además, tales cortejos procesionales son cada vez más vistos por TV e internet desde todos los puntos del mundo y el paso por la Catedral los identifica claramente. Yo espero que los que tienen que decidir la carrera oficial entiendan estas razones.

¿Caben más cofradías?

No hay un número limitado de cofradías, pero hay número limitado de cofrades. Y por el bien de las mismas cofradías, sería preciso agrupar algunas en lugar de fundar otras nuevas.

¿Cómo debemos encajar los continuos ataques que los cristianos y cofrades recibimos últimamente?

Con paz, no hay que asustarse. Dificultades ha habido siempre, y Jesús nos lo predice en su Evangelio: “Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros”, (Jn 15,18), pero “tened valor, yo he vencido al mundo” (Jn 16,33). Las dificultades tienen que servirnos para afianzar nuestra fe y afrontar con nuevas energías los retos de nuestro tiempo.

¿Tiene algún recuerdo especial de sus primeras vivencias con el ambiente cofrade de Córdoba?

El primer día que pisé la diócesis, ya tuve en la noche el pregón de Semana Santa 2010. Han dejado en mi alma un recuerdo inolvidable el Viacrucis magno (2013), el Roció de la Fe (2013), la Regina Mater o Magna Mariana (2015). Córdoba ha validado muchas capacidades con estos eventos, que han llegado al mundo entero.

Y de su infancia, en su localidad natal…. ¿Qué anécdota entrañable recuerda?

La titular y patrona de mi pueblo, Puente del Arzobispo (Toledo), es la Virgen de Bienvenida, cuya romería principal es el lunes de Pascua. La Virgen me ha concedido acudir ese día de su fiesta todos los años de mi vida (hasta ahora), y la referencia con mi pueblo es esta fiesta y este nombre de la Virgen. En esta ocasión vuelvo cada año a mis raíces.

¿Usa el Obispo de Córdoba las nuevas tecnologías, navega por Internet, etc.?

Si, claro. No soy nativo en el mundo digital, sino inmigrante. Pero me manejo. Si se usa bien, es una herramienta estupenda.

¿Conocía nuestra Web? ¿Qué opinión le merece?

Sí, me parece muy atractiva. Podéis hacer mucho bien, sobre todo entre los jóvenes. Adelante.

(Fotografía portada Sánchez Moreno)