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Una Extraordinaria de ensueño

Una vez más, Almería no quiso dejarla sola. La Soledad y decana de la capital hizo del 4 de Junio un día histórico para los anales de la ciudad. Las calles se engalanaron y al filo de las 8 de la tarde la Oliva de Salteras llegaba a Santiago a los sones de Encarnación Coronada. La tarde respiraba gloria y el nutrido cortejo y representaciones de otras hermandades comenzaban a salir del templo mientras que a los sones de Soleá dame la mano se acercaba el paso a la puerta. Exquisitamente exornado por Paco Valdivia de floristería Azabache con variedad de flores rosas y blancas entre las que destacaban las peonías y las rosas, además de las flores de talco que pendían de la candelería. También destacó la nueva peana realizada por orfebrería Giralda que le da a la Virgen la altura que necesitaba y los nuevos guardabrisas y faroles que se repartían por el canasto, sabiendo, la priostía de la hermandad, darle a este coqueto paso el equilibrio justo para la delicada imagen.

Las campanas y cohetes llenaban Almería con su Soledad a los sones del Himno Nacional y Coronación de la Macarena. Tras ello sonó la marcha Soledad de José Berenguel y comenzaba el discurrir por el casco histórico de la ciudad. Con un elegante repertorio acorde a las circunstancias, la Virgen fue visitando los distintos Conventos e Iglesias hasta llegar a la Catedral de la ciudad. Momento álgido de la noche fue el discurrir por Las Puras, engalanada por el Silencio y los Estudiantes donde el grupo Providencia lanzó una petalá de 13000 claveles a las que hubo que sumar otras 8 a lo largo del recorrido que hicieron llegar al paso desbordado de flores  a su parroquia.

Otras hermandades como la Macarena, las Angustias, Prendimiento, Rosario del Mar, el Carmen de las Huertas o el Rocío también decoraron diversas calles del recorrido, destacando la Hermandad de la Cena que montó un altar con su titular en la Puerta de San Pedro y el Simpecado de la hermandad del Rocío que también salió a recibir a la Soledad y se le dedicaron unas sevillanas por parte de su coro. Numerosos cantos y sevillanas a lo largo del recorrido y especial la vuelta por la calle de las Tiendas. La Virgen alcanzó su templo a los sones de Margot para cerrar una noche extraordinaria donde pudimos ver tras muchísimos años a la Soledad con una banda de música, algo que no desentonaría nada un Viernes Santo.

Una extraordinaria que sirvió para conmemorar los 75 años de la bendición de la actual imagen y que lanzan a la hermandad hacia un 250 aniversario fundacional y quien sabe si hacia una más que merecida coronación canónica.