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La Mirada de Rafael Franco

Rafael Franco es de esos artistas sevillanos que desde muy pequeño se quedó enganchado en la magia de las cofradías.  Con unos 10 años descubre una Cruz de Mayo que un señor tenía en su barrio y sus costaleros eran niños. Ahí fue donde empezó todo. Se apuntó de costalero y poco a poco este bendito mundo se apoderó de él.

Recuerda Rafael,  que entre sus amigos hablaban de lo chulo que sería cuando fuera mayor tener un trabajo de Semana Santa…, y mira por donde hoy en día es orfebre de profesión y retratista de Nuestras Imágenes Cofrades.

La Esperanza de Triana, es su Virgen, la de su familia, la que hace 16 años le dio el privilegio de ser su costalero, la brújula que marca su rumbo, Su Esperanza de Triana.

Descubrió la Escuela de Arte de Sevilla de casualidad, a través de un folleto cuando estudiaba COU, su intención era hacer Bellas Artes, pero sintió curiosidad por la escuela y fue a pedir información. Quería matricularse en todo….pero al final optó por la Orfebrería. Hoy trabaja de Repujador-Cincelador en la Orfebrería de Emilio Méndez en Pilas, donde empezó con sus prácticas de la escuela y ya van 15 años.

Desde pequeño, tendría 12 o 13 años, dibujaba Cristos a lápiz y después se los daba a sus amigos. Poco a poco conforme crece va descubriendo técnicas nuevas, siempre se le antojaba dibujar como lo veía de la gente. Recuerda Rafael,  que vio una vez un dibujo a bolígrafo negro….y desde entonces cambió el lápiz por el bolígrafo. Se llevó mucho tiempo dibujando a bolígrafo, pero le  antojó el color al ver a los artistas callejeros haciendo retratos, les preguntaba sobre que era esas tizas…le decían que era pastel y empezó a usar una barrita blanca para dar las luces a sus dibujos en blanco y negro. Y ya pues vino todo seguido…se compró una barrita de pastel de los colores básicos para un retrato y pintó su primer cuadro a pastel, “Recuerdo de la Esperanza de Triana”. Rafael se enamoró de esta técnica y desde entonces continua con ella. Dibujaba de vez en cuando algún cuadro cofrade, pero nunca tan en serio como ahora, lo hacía para entretenerse. Hasta que en su oficio, al igual que muchos de los oficios que se dedican al mundo cofrade, el trabajo decayó y tuvo un paréntesis en la orfebrería. Fue entonces cuando se planteó que lo otro que sabía hacer era dibujar y se dedicó de lleno a ello, haciendo retratos de todo tipo, especialmente cofrades. Así que pintando en serio Rafael lleva unos 8 años, destacando especialmente este último año que fue cuando se hizo la página de Facebook e intenta difundir su trabajo. Actualmente lo compagina con su oficio.

 

Si hablamos de referentes, Miguel Ángel Buonarroti, es el mejor artista de todos los tiempos para Rafael, pero como ídolo en general, realmente no tiene ningún referente en la pintura. Si es verdad que de todos los artistas compañeros que se dedican a la pintura cofrade observa cosas, le gusta estudiar sus obras, sus ejecuciones y aprender de ellos. Es más, cuando ve alguna de sus obras y le parece espectacular, se queda como “Cogío” (sonríe) “Me quedo estudiándola, y eso me gusta porque por un lado veo que estoy rodeado de grandes artistas y por otro me crea la sensación de no quedarme dormido y seguir creciendo intentando hacer lo que hago cada día mejor”.

 

Le preguntamos por la carteleria cofrade actual, aquí Rafael diferencia dos tipos de carteles:

El primero, el cartel de algún acto, aniversario o cualquier efeméride de una Hermandad. “En este caso sí veo oportuno un retrato de la  Imagen y si se quiere pues algún detalle simbólico de la hermandad, complementado con la frase o texto…”

En el segundo tipo de cartel, el de la Semana Santa de cualquier ciudad. “En este caso sí considero que debe reflejar lo que se anuncia, es decir, al igual que los pregoneros de antaño salían a la calle a dar la noticia al pueblo, el cartel debe ser algo que anuncie lo que viene, dar la noticia y reflejar que se aproxima la Semana Santa. Un anuncio. En definitiva sería como pintar un pregón”.

 

Rafael piensa que deberíamos ir un poco más allá en la cartelería Cofrade, al menos en su concepto. “Los compañeros actuales crean auténticas maravillas, tanto en ejecución como en ideas. Si es verdad que últimamente se habla de hacer cosas diferentes en la cartelería, pero hay que tener mucho cuidado con lo que se hace sin perder el norte”.En cuanto a estilos, creo que cada cosa tiene su sitio, es decir, hacer un cartel Pop Art o parecido cuando lo que se está representando es una Imagen del S.XVII de Martínez Montañés o Juan de Mesa….pues no lo veo la verdad, sí para otro tipo de cartel de otro ámbito”.

 

Preguntamos a Rafael por su estilo, especialmente basado en el retrato realista.  “Si miras mi obra son siempre retratos de primeros planos o medios, es lo que siempre me ha interesado”. A Rafael le interesan las miradas, lo que transmiten, su carácter,…no hacer el retrato y que sea perfecto en ejecución pero parece un maniquí, sin vida, sin esencia, y eso es lo que intenta captar, su esencia, la persona. Y en el caso del retrato cofrade, más o menos igual, conseguir transmitir en el papel lo que esa imagen significa para las personas, “lo que las Imágenes Cofrades nos transmiten a cada uno”.  Es por eso que Rafael no suele detallar toda la obra, sí el rostro, pero luego dejar algún que otro trazo suelto en cosas menos importantes para que tome protagonismo quien lo debe tomar, La Imagen.

“Un profesor una vez me dijo: Rafael…hay veces…que menos es más”.

Preguntamos a Rafael por nuestra Web…. “Siempre estoy ojeándola para ver la noticias cofrades. Una de las cosas que me gusta es lo mucho que abarca dando noticias cofrades de toda Andalucía”. “Y desde aquí quiero agradeceros la gran labor que hacéis dando difusión al trabajo de muchos artistas cofrades de diferentes ámbitos, entre los que me incluyo”.

Este es Rafael Franco, un gran artista, el de la mirada de la Pasión. El que nos emociona con cada una de sus obras. Desde aquí gracias por dejar que te conozcamos un poco más.