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José Tomás Pérez Indiano y el retrato de La Pasión

José Tomás Pérez Indiano, nace en Valencia del Ventoso, Badajoz. Su familia desciende de Sevilla, allí tiene todas sus raíces. En Sevilla está su casa, ciudad por la que siente un cariño descomunal. Toda su familia está muy vinculada con el ámbito cofrade sevillano. San Benito o la Macarena son hermandades muy queridas por José.

Desde muy temprana edad está llamado a la pintura y al dibujo. El arte en todas sus vertientes, aunque suene a tópico, es su forma de vida. Poder crear obras que emocionen al público que las contempla, es un orgullo y una tremenda responsabilidad para él.

La obra de este joven artista se resume en un estilo muy personal, cuya obra se centra principalmente en el retrato realizado con grafito sobre papel. En ellos plasma la esencia y la personalidad de los retratados, haciendo que vibren y cobren vida.

La ciudad de Sevilla pudo disfrutar de la pintura de este joven artista con una nueva muestra titulada ‘Esencia y Luz’ que acogió el Circulo Mercantil e Industrial de Sevilla durante el mes de noviembre.

Si hablamos de sus referentes artísticos, desde pequeño siempre se ha interesado por la pintura clásica, sobre todo la religiosa.  Aunque es difícil quedarse con un solo pintor, se identifica mucho con el estilo de Zurbarán en el empleo de los claros oscuros y en su forma de tratar el misticismo. El greco también ha influido mucho en su estilo, se guía por su pintura rompedora y atrevida. Fue un adelantado. Actualmente siente gran admiración por pintores que con su estilo le emocionan, como son Nuria Barrera, Isabel Sola, Raúl Berzosa, Diaz Arnido, Antonio Barahona, Manuel Peña, José Carlos González o Juan Miguel Tena. Para José Tomás son referentes de la pintura en esta generación.

Sin duda, un estilo definido conlleva un proceso en el que el tiempo y la práctica son premisas fundamentales para este joven artista. Por ahora, se define como personal y rompedor. A la hora de realizar sus obras se centra en la primera impresión del espectador, que se lleve ese pellizco que desea transmitir. Que tenga fuerza y cree armonía.

En cuanto a técnica, a la hora de realizar sus obras, emplea el grafito sobre papel. Junto con acuarelas y lejía, haciendo que el resultado sea una mezcla armoniosa y rompedora. Que tenga esa fuerza que el espectador sienta, que sea única y emocione.

Una mirada, un gesto, un momento que congelar en el trazo, son algunos de los detalles que le inspira. Principalmente quia el corazón.

La trasera de un palio que se aleja y se pierde en la penumbra de la noche, o las sombras que proyectan la luz de los cirios de los nazarenos en los callejones donde se puede ver en todo su esplendor a una cofradía, son sin duda esos momentos que le gustaría plasmar.

Si hablamos de devociones, José Tomás lo tiene bien claro, la Esperanza, sin ninguna duda. Desde pequeño ha sentido una devoción muy grande por la Macarena. Es impresionante lo que siente al pintarla, al ponerse frente a Ella. Es la perfección imperfecta. Un reflejo exacto del ideal de belleza.

Por último no queremos dejar de preguntarle a José por nuestra Web.” Soy seguidor asiduo de vuestras publicaciones desde hace mucho tiempo. Es de alabar la labor que desempeñáis, llevando a cada casa el momento que no apreciamos, la mirada que muchas veces no vemos, o la esencia que en ocasiones no sentimos. Un trabajo encomiable”.

Un placer conocer más a este joven artista y compartir con todos nosotros sus emociones y sentimientos. Gracias José.