Coronaciones, ¿devaluadas?
Últimamente un sector -me atrevería a decir minoritario- que se hace oír está utilizando cuantiosamente el término «devaluar» referido a las Coronaciones Canónicas en la Mariana Ciudad de Sevilla. Esto es debido a la supuesta proliferación de la concesión de estos títulos a diversas imágenes de María Santísima.
Bien, las Coronaciones Canónicas en esta ciudad comenzaron en 1904 con Nuestra Señora de los Reyes. Desde entonces hasta nuestros días son un total 17 dolorosas y 7 gloriosas las que gozan de dicho privilegio. El 12’75% de las dolorosas sevillanas están coronadas, es decir, el 87’25% no lo está.
En las próximas fechas, habrá dos nuevas Dolorosas Coronadas -la Paz y la Salud- y otras dos están aún en proceso -Victoria y Dulce Nombre de Bellavista-. En el caso de que dichas coronaciones fuesen aprobadas, serían 21 las dolorosas coronadas entre las 75 de las Hermandades de Penitencia.
Dejando a un lado los números: ¿es posible devaluar la devoción hacia María Santísima en esta tierra Mariana? ¿Hay un límite para controlar estos reconocimientos?
Debemos sentirnos orgullosos por poder proclamar al mundo la enorme devoción que Sevilla siente por su madre y no ser detractores con ello. Todo lo que le ofrezcamos a una madre siempre será poco comparado con lo que ella nos ha dado. Muchos ponen como excusa la «poca» devoción. ¿Existe imágenes Marianas en Hermandades que no tengan devoción? Yo creo que no. Y esto sin contar la obra social que cada Hermandad lleva a sus espaldas, mucho más importante que cualquier manto bordado o misterio dorado. Ese trabajo no se ve y no se reconoce lo suficiente.
Y lo peor no es que los detractores de las Coronaciones critiquen este tema, lo peor es que tras haberle faltado el respeto a los devotos de la imagen a la que se refieren, van a verla cuando salen en procesión extraordinaria para celebrar su Coronación Canónica, poniendo la excusa de que son «cofrades». Tengo la esperanza en que algún día este sector minoritario desaparezca de nuestras cofradías.
Demostremos los sevillanos el amor a nuestra Madre con todas nuestras obras y gocemos al proclamar su majestad.
